martes, 30 de enero de 2018

Casa Kolping / Emocionario / 27 de enero del 2018


Después de estar en San Cristóbal de Las Casas, mi querido amigo y maestro Jesús y yo meromaromero, bajamos raudos a Tuxtla Gutiérrez, hasta Casa Kolpimg, donde teníamos una cita con niños y jóvenes para hablar de las emociones, los emocionarios y por supuesto las historias que nos habitan.



La coach Marisol Solís es la responsable de estos chicos, entre los cuales se encuentarn campeones nacionales de natación, además de jóvenes con un enorme potencial en distintas disciplinas artísticas y deportivas.


El maestro Jesús preparó una actividad de las tantas que existen sobre el cómo nacen las historias, y cómo estas historias tienen que poblarse de personajes, de situaciones determinadas y sobre todo de emociones. ¿Y cómo nacieron las historias elaboradas por los chicos? De un punto.



Sí, como lo leen ustedes. De un punto, que de a poco fue hilando más trazos hasta transformarse en figuras conocidas, que se fueron integrando en la hoja donde se plasmó una historia. Después se pulió cada una de ellas (cuatro historias) y se representaron.


Hubo todo tipo de personajes, reales e imaginarios, y las historias tuvieron su carga de emociones particularísima. No teorizamos sobre ello (las emociones) de manera racional sino más bien de manera heurística. Nuestro afán estuvo en la creatividad, la imaginación y la improvisación.


Junto a Jesús hemos destacado la importancia del juego para un aprendizaje o adquisición de herramientas para el conocimiento. No tenemos mejor recurso que la lengua (lenguaje, que no músculo), porque es a través de ella que adquirimos conciencia y conocimiento.


La lengua nos sirve para empezar a ser nosotros mismos, nos empodera, nos permite transitar de la inocencia a la madurez, del paraíso de la niñez al conocimiento; nos da autonomía.


Les contamos cuentos y terminamos jugando a que construíamos una avión que volaría por si solo, con materiales reciclados. Esa actividad termina siendo un descubrimiento.


Nosotros no hacemos distingo en la integración de equipos, el empoderamiento viene de observar al otro, y hacer lo que se mira. La seguridad de uno está basada en la seguridad del otro.


Terminamos la actividad con los muchachos, y después nos dimos un atracón de hamburguesas, que buena falta nos hacía después del esfuerzo derrochado.


Agradecemos a Marisol su hospitalidad, y a los muchachos su disposición para jugar con nosotros. Apenas nos estamos conociendo, y pronto estaremos más integrados, de eso no nos cabe duda.


Acá les dejo las fotos de la actividad, cortesía de la coach Marisol... Por mejores emociones.





   
   





 

 

3 comentarios:

  1. Mi muy admirado Hugo, tu descripción del taller con el tema de las emociones... Me emocionó y me dejó con la boca abierta, eres todo un baúl de sorpresas, te admiro mi querido amigo y disculpa que en poco tiempo te considere así, además de un verdadero Maestro y Docente. Va mi abrazo fraterno.

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    1. Profe... qué te tomas? Gracias por tu comentario. Te abrazo desde acá hasta allá.

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  2. Se ve genial el Emocionario! Saludos a ambos, Masters y amigos!!

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