viernes, 24 de enero de 2020

No es normal / Jacobo Dayán Askenazi



Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia.
Mahatma Gandhi


La colección Caja Chica de la DGP cuenta con varios títulos, entre los que se halla No es normal. Dicha colección es un buen pretexto para interesar en la lectura a l@s jóvenes y también para suscitar charlas literarias en salas de lectura, bibliotecas y donde se acomode, y es que el tema no es para menos: la violencia. ¿Cuál es su significado? La variedad y cantidad de conceptos hacen compleja su definición. ¿Existe violencia de la buena y violencia de la mala? ¿Somos violentos por naturaleza o por imitación? ¿Cuántos tipos de violencia existen?


YoMeroMaromero, venido de un siglo que ya no existe, fui testigo de una violencia que no es la misma de hoy pero que de algún modo es igual. En mi barrio había "niveles de violencia", de la que más tuve noticia fue de la naturaleza (huracanes, terremotos, etcétera), luego la del hogar y después la del Estado y la sociedad. De niño, cuando se sabía de la muerte de algún familiar o vecino, luego de las lamentaciones, se preguntaban: ¿De qué murió? El espanto llegaba si era por asesinato. Hoy, después de treinta años y en la misma circunstancia, la pregunta es: ¿Quién lo mató? Hemos normalizado la violencia.


Jacobo Dayán dice que si de verdad están así de graves las cosas, ¿cómo es que nadie ha dicho nada? ¿Cómo es que nosotros no hemos dicho nada? ¿Qué acciones concretas podríamos emprender? El autor afirma que se debe a nuestra falta de comprensión de la realidad y a sus actores, a la indiferencia mezclada con una sensación de impotencia y en parte también a nuestra falta de capacidad para juntarnos, discutir y plantear respuestas, pero sobre todo, para decidir no aceptar esta "normalidad".


Se lee en la contraportada: Las abuelas dicen que a todo se acostumbra uno, y es cierto. A fuerza de ver y escuchar lo mismo una y otra vez, desarrollamos cierta inmunidad hasta a las cosas más horribles. Una de ellas es la violencia: la que nos cuentan, la que vemos e, incluso, la que padecemos y hasta ejercemos un día sí y otro también. De pronto pensamos que así somos los humanos, que la historia se repite y que no hay mucho que hacer, pero para eso tienes este libro entre las manos. El primer paso es entender que la violencia no, no es normal.

Jacobo Dayán Askenazi

Jacobo Dayán Askenazi es especialista en Derecho Penal Internacional, Justicia Transicional y Derechos Humanos, y miembro de los consejos de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH); del Instituto para la Seguridad y la Democracia A.C. (Insyde); y de la Universidad ORT México. Es egresado del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. De 2007 a 2013 fue Director de contenidos del Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México. Profesor de la materia de Genocidio y Crímenes de lesa humanidad en la Universidad Iberoamericana donde también conduce el programa radiofónico Bitácora DH. Coordinador académico de la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las artes de la UNAM. Investigador de eventos de macro criminalidad en México en el Seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México. Cuenta con publicaciones en revistas especializadas nacionales e internacionales y es colaborador en diversos medios de comunicación. Columnista en el portal Aristegui noticias. Se desarrolla como docente, investigador, conferencista, columnista y consultor independiente tanto en México como en el extranjero.


Fuente: http://sucumo.unam.mx/


viernes, 17 de enero de 2020

¡Leer es el camino! / Biblioteca comunitaria del ejido Sinaloa / Jiquipilas, Chiapas.


Como todos los hombres de la Biblioteca, he viajado en mi juventud; he peregrinado en busca de un libro, acaso del catálogo de catálogos... Yo afirmo que la Biblioteca es interminable.

Jorge Luis Borges
La biblioteca de Babel


A diferencia de enero del año pasado, que no hubo talleres de fomento programados,  en enero de este año si que los hay. Es decir, que si bien abrimos el año con dos recomendaciones lectoras (El inconcebible universo, y Al Capone) y una charla en la Secretaría de la Honestidad y Función Pública, tuvimos la fortuna de ser invitados a la naciente Biblioteca Comunitaria del ejido Sinaloa, en el municipio de Jiquipilas, Chiapas. Invitación hecha por el Comité de la biblioteca.


La profesora Claudia visitó a mi querido amigo Ramón Preocupón para pedir su apoyo con un acervo bibliográfico, además de una charla-taller de fomento a la lectura para alumnos, maestros y padres de familia del ejido Sinaloa. Tuve la oportunidad de conocer en esa misma ocasión a la maestra Claudia, quien nos convenció con su entusiasmo y con la buena noticia de una Biblioteca Comunitaria. ¡Ajúa!



La mañana del 16 de enero de este recién estrenado 2020 Ramón Preocupón, Hervin, mi tocayo Toño Qujijote y YoMeroMaromero saltamos al vacío (una vez más), hasta el ejido Sinaloa, lugar donde nos esperaban muchas y muy grandes aventuras. Conocimos la recién armada Biblioteca Comunitaria en el espacio que antes fuera una escuela, la misma donde estudiara Toñita Delgado (y también su mamá) quien nos lo contó, orgullosa, ganándose al instante mi corazón respingón.



El espacio fue recuperado por la misma comunidad a través de un comité que recibe apoyos de donde se puede. Si las cosas fueran fáciles todo el mundo las haría. Imaginen entonces a un grupo de personas buscando instalar una biblioteca en el centro del ejido, porque están convencidas (como nosotros) de que Leer es el camino. No ha sido sencillo pero son tan entusiastas, comprometidos y educados, además de buenas personas, que saltamos hasta allá.


Al llegar las historias se nos abalanzaron, ávidas de ser oídas. ¿Qué tal la historia de una niña que vendía pan y ahora es dueña de varias tiendas de ropa, de un negocio de materiales para construcción y encargada de una fundación? ¿O la de una maestra que intenta recuperar y mantener la memoria histórica y cultural de su región a través de la lectura? ¿Qué tal la historia de una superviviente del Huracán Herminia? ¿O la de un Hombre Feliz que corta caña para hacer miel y chicha?


Estamos hechos de historias, sin duda, y dentro de las actividades que preparamos para los alumnos, maestros y padres de familia, sucedieron historias particulares, como la del maestro jubilado Heriberto Roque Domínguez, hombre culto, cronista de su tiempo, originario del ejido Tierra y Libertad... sí, el pueblo de mi familia materna. Habló de historia, de las raíces de quienes habitan la región, alimentando con eso el capital cultural de los presentes.


Recordé a mi querido amigo y poeta Uvel Vázquez, originario de Andrés Quintana Roo (“Quintana tierra crepuscular… es la palabra plantada que conozco desde niño”), municipio de Jiquipilas, y que estará encantado por la buena idea que resulta la biblioteca de la comunidad. Estoy seguro de que pronto llegará para leer su obra, y para compartir asombros entre quienes buscan una guía para continuar su búsqueda en la poesía o el cuento.


Nuestro amigo y coordinador Ramón Preocupón dio la bienvenida a los asistentes, les habló de las bondades de la lectura y de la creación literaria. Después me di a la tarea de hacerles un truco de magia (se lee contradictorio pero es posible), de contarles sobre los muchos personajes que me habitan, además de leerles y contarles cuentos, finalizando con un ejercicio de escritura que hace inolvidables las palabras re-aprendidas, todo eso jugando, sí, jugando, porque es el juego la base de todo aprendizaje.


Después mi Tocayo Toño Quijote les contó, sin palabras, la historia de Romeo y Julieta. ¡Ah que  bonita estuvo la dinámica! Los niñas y las niños participaron y jugaron en todo momento (también los maestros y padres de familia), y nos revelaron ser lectores, conocedores de varios autores, entre ellos de William Shakespeare, que no es poca cosa. También construyeron cadáveres exquisitos suigéneris de manera oral, improvisando historias que resultaron bastante divertidas.


Terminamos la jornada (de casi tres horas) obsequiando a los asistentes libros y revistas de poesía, narrativa, historia, ciencia, arqueología, naturaleza, entre otros temas "misceláneos". Se fueron con más de un ejemplar entre las manos y un brillo de genuina satisfacción en la mirada, podría jurar que algo muy parecido a la felicidad. Nosotros quedamos encantados por la disposición y la receptividad de los asistentes, también por la participación activa y por el interés a flor de piel (benditas metáforas).


La Biblioteca Comunitaria del ejido Sinaloa es de a deveras. Tiene casi todos los elementos para gozar de buena salud en un futuro nada lejano. Falta atrapar a un sector que estamos seguros llegará más temprano que tarde: el Colegio de Bachilleres. Les compartimos algunos consejos a la maestra Claudia, actividades que podrían sumar y visibilizar a la biblioteca. Estoy seguro de que nuestro coordinador y amigo Ramón Martínez Mancilla dará continuidad a lo acontecido. 

La historia del Huracán Hermina

Como dije antes, estamos convencidos de que leer es el camino, es por eso que trabajamos en consolidar al Consejo Estatal de Fomento a la Lectura y Creación Literaria, el primero en el país, para articular los esfuerzos de las distintas instituciones que se están sumando a la Estrategia Nacional de Lectura a través de sus bibliotecas, de sus licenciaturas y de optativas relacionadas directa o indirectamente con el fomento lectoescritor.


Nosotros nos despedimos con el corazón lleno de risas y alegrías, convencidos de que por grandes que sean los desafíos, siempre habrá manera de superarlos. El gran desafío es la creación de una red de "formadores de formadores" que se expanda por todos los rincones de Chiapas, haciendo fomento en español y en las lenguas originarias que se hablan en nuestro estado, tan apreciadas en otras partes del mundo. No olvidemos que la lectura y la escritura son un derecho de todos.


Camino de regreso a casa conocimos a don Antonio, un hombre al que se le podría escuchar durante días, sin exagerar, mientras se bebe chicha o se come miel de caña. Don Antonio es la memoria viva de la región, dueño de una historia particular dedicado al cultivo de la caña y al pastoreo. Dijo que se gana poco pero que es feliz. Quien lo mire y lo escuche como lo hicimos nosotros sabrá que habla con la verdad. Don Antonio, un gran lector del mundo que lo rodea.

Don Antonio

¿Soy un privilegiado? Sí, y mucho. Lo soy por los amigos que tengo, por las andanzas, por los nuevos amigos que vamos haciendo en el camino. Por los paisajes, por las emociones que nos descubrimos en cada actividad de fomento, pero sobre todo por las historias. Nosotros también queremos un mundo, otro, y lo estamos encontrando en cada lugar a donde vamos. Nuestra riqueza histórica y cultural es vasta, nos consta. 


Gracias a todos los que nos cobijaron en el ejido Sinaloa. Gracias a la maestra Claudia, a la licenciada Yaneth y a todos los demás, quienes se escapan de mi atribulada memoria (menos la maestra Sofía, la que hacía caca todo el día). Regresamos contentos, con el paladar dulce y el corazón contento. Parafraseando al compañero Alfredo Pérez: "Bien sabemos que este boleto es sólo de ida". Ya no podremos parar... ni queremos.


Les dejamos el resto de las fotos, cortesía de Ramón, Toño, Hervin, Claudia, Yaneth y de YoMeroMaromero... Por mejores lectores y escritores.

















viernes, 10 de enero de 2020

Al Capone: su vida, su legado y su leyenda / Deirdre Bair


«He sido acusado de todas las muertes, excepto de la lista de víctimas de la II Guerra Mundial».

Al Capone


Desde que tengo memoria, cuando alguien habla sobre "la cosa nostra", "la camorra" o la "mafia", imagino a Vito Corleone, Tony Manero, o películas como Goodfellas o Léon the professional, entre otras. ¿Y de dónde vienen estas referencias? Podría apostar de la leyenda que acompaña el nombre de Alphonse Gabriel Capone (Brooklyn, Nueva York; 17 de enero de 1899 – Miami, Florida; 25 de enero de 1947), mejor conocido como el gangster Al Capone o Al Scarface Capone.

Al Capone y unos cuates.

El libro de la escritora Deirdre me atrapó precisamente desde la memoria. Al ver el libro anunciado entre las novedades del 2018 (en español), supe que lo quería. La primera edición (en inglés) salió dos años antes. Entonces, en honor al espacio - tiempo y obviando el idioma, fue hasta tres años después que llegó a mis manos. Por fin conocería lo más cercano a "la verdad" sobre uno de los criminales más famosos de la historia. 


A cada salto de página, el origen de este hijo de inmigrantes italianos se iba metiendo cada vez más en mi cabeza. Fue un hombre que alimentó su propia leyenda en una ciudad donde era más fácil hablar de su lado oscuro que del luminoso, a pesar de tener en la "nómina" a muchos periodistas. Personaje a la altura de su tiempo, fue un "empresario" que halló en lo prohibido la manera de ganar dinero en "el país de las oportunidades". 


Las películas han exagerado mucho sobre su verdadera personalidad. Lo representan con metralletas Thompson, disparando a diestra y siniestra mientras ríe, sádico, sosteniendo un puro con los dientes. También machacando con un bate de béisbol la cabeza de algún traidor, siendo derrotado por Eliot Ness, personaje que roba crédito a la abogada y fiscal Mabel Walker Willebrandt, la verdadera causante de su caída por evasión de impuestos. Ser malvado vende, ser honesto no.


Pocos saben de su gusto por la música, que escribía en hojas pautadas mientras tocaba el banjo o el contrabajo, preso en Atlanta. Que después, en Alcatraz, se desempeñó como bibliotecario responsable de las tarjetas de préstamo, donde se hizo gran lector de temas sobre viajes por el mundo, sobre cómo apreciar la música y cómo interpretarla, sobre jardinería, biografías, entre otros temas... la lectura, que lo hizo un reo ejemplar dentro de la penitenciaría. 

San Al Capone

Dice la contraportada: En 1964, en un ensayo recogido en el volumen Política y delito, Hans Magnus Enzensberger hacía una terrible comparación entre la mafia de Estados Uni­dos y el mundo empresarial. Los mafiosos no atracaban bancos, no robaban la nómina de las compañías: eran comerciantes que negociaban con mercan­cías ilícitas, imponían precios a los minoristas y de vez en cuando mataban a un competidor. Eran la prueba de que toda empresa capitalista, llevada a sus últimas consecuencias, se convertía en una organización criminal. El primer gángster que quiso poner orden en el hampa local y organizarla como una gran compañía fue Al Capone; su feudo era Chicago. Lucky Luciano perfec­cionó su método, organizando el trust de «familias» de Nueva York.

Desde los años treinta, el cine de gángsters que ha querido retratar a Al Capone lo ha presentado siempre del mismo modo: como un monstruo sin escrúpulos que dirigía una organización de salvajes, y que al final cayó gra­cias a la tenacidad de Eliot Ness y sus Intocables. Los biógrafos serios hace tiempo que derribaron el mito de Eliot Ness, un funcionario que no tuvo nada que ver con la detención de Capone. El presente estudio de Deirdre Bair socava el otro mito, el que dice que Al Capone era un psicópata sediento de sangre, y nos presenta a un personaje complejo, despiadado para los ne­gocios, humano y sensible para los asuntos familiares, que abrió comedores sociales durante la Depresión y que, a diferencia de los mafiosos de Nueva York, ni siquiera era racista.

Entre la crónica de sucesos y el documento antropológico, la biografía de Bair, basada en su mayor parte en entrevistas con descendientes de Al Ca­pone, es una obra innovadora que prefiere profundizar en los sentimientos y los vínculos entre las personas.

Deirdre Bair

Deirdre Bair nació en 1935 en un pueblo de Pensil­vania, se licenció y doctoró por la Universidad de Columbia, fue profesora de Literatura Comparada en Yale y Columbia y ha escrito varios libros, básica­mente estudios biográficos: sobre Samuel Beckett (1978, National Book Award de 1981), basado en en­trevistas y correspondencia con el propio Beckett; sobre Simone de Beauvoir (1990), a partir de entre­vistas con la autora; sobre Anaïs Nin (1995), en el que Bair denuncia las manipulaciones de Nin en sus propios diarios; sobre Carl Gustav Jung (2003), en el que niega que Jung fuera simpatizante nazi; y sobre el dibujante Saul Steinberg (2012). Bair ha escrito también un estudio sobre los divorcios en la tercera edad (Calling It Quits, 2007). Al Capone (2016) es su último libro.

lunes, 6 de enero de 2020

Los tres reyes magos / Secretaría de la Honestidad y Función Pública de Chiapas / 06 de enero del 2020



"Hoy comienza una nueva etapa", pensé al levantarme para asistir a la Secretaría de la Honestidad y Función Pública de Chiapas. Sí, otro salto al vacío convocado por la C.P. Isabel López Salinas (estoy casi seguro de que es mi familia, pero ella no lo sabe). La primera actividad de fomento a la lectura del año recién estrenado, cortesía de un seis de enero generoso para mí. Les cuento.

Tenor Juan Carlos Suárez
Animal de costumbres, fui por el café de rigor y después subí al primer taxi que se asomó resultando ser de un viejo conocido, con quien nos saludamos sinceramente. Hablamos de la buena suerte de hallarnos en una ciudad cada vez más indiferente a las casualidades. Hablamos de la fiesta de enero y de lo afortunados que éramos por ser chiapanecos, pero sobre todo, amigos.


Iba en busca del recinto donde se hablaría de "la integridad como un valor relacionado con las tradiciones", todo esto en el marco del Dia de la integridad, donde me recibió una compañera, quien preguntó: "¿Es usted el rey mago?" Yo, que desde hace mucho no sé decir no, dije , ingenuo, porque mi charla era precisamente sobre los reyes magos. "¿Se va usted a cambiar?" A canijo, eso ya era otra cosa.


Le dije que era la persona que iba a dar una charla sobre los reyes magos. "¡Ah, es usted el cuenta cuentos!". Iba a decirle no, pero ni tiempo tuve, me mandó a registrarme y después pasar una puerta de seguridad. Le hice ver que segundos antes ni me iba a revisar, iba a pasar sin aduana. "Ah, pero porque creí era el rey mago, pero no lo es". Algo parecido a la felicidad comenzó a llenar mi cuerpo.


La Lic. Lorena Maza León me dio la bienvenida y yo, eufórico, supe que la conocía de alguna parte, pero la euforia me impidió recordar dónde y cuándo. Apuré mi café porque estaba casi a punto de comenzar el programa. Pregunté por el baño que resultó bastante lejano, casi laberíntico. Me dije, les cuento de la estrategia nacional de lectura, leo el cuento del desastroso fin de los tres reyes magos, y me regreso.  


En esas estaba cuando el tenor Juan Carlos Suárez comenzó su actuación cantando Aleluya. No sé si era el frío de la mañana, el día por la integridad, el día de reyes o el público selecto y conocedor, que mi corazón se comenzó a apaciguar. Juan Carlos cantó de una manera tan clara, tan bonita, que me convencí de que era el mejor inicio de mis actividades de fomento del año. 


Vi los rostros de los asistentes y puedo asegurar que estaban igual que yo, en armonía con lo que ahí estaba sucediendo. Me vi contento, sonriendo a cuantos me miraban. No miento, estaba adormecido (aún lo sigo estando), tanto, que no me importó descubrir entre el público asistente a una "comisaria" quien, quince años atrás, me amonestó "por jugar el juego de ajedrez".


Un señor bastante amable me dijo, "usted es el siguiente". Apenas pude felicitar y agradecer a Juan Carlos por su bella voz, cuando ya me encontraba en el podio, micrófono en mano. Lo demás fue de una tranquilidad que me sorprendió. Les hablé de los muchos nombres que me habitan, de la importancia de la lectura y del capital cultural  que forma parte integral de los individuos.


Les hable de la importancia de las tradiciones y de la memoria histórica pero también cultural, de saber el origen de las cosas, del día de los inocentes y de los tres reyes magos. ¡Qué cosas! Del valor de saberse mexicanos, dueños de una herencia que está basada en un sueño. Los mexicanos soñadores, emprendedores, trabajadores, pero sobre todo honestos.


Terminé mi intervención leyéndoles el cuento del Desastroso final de los tres Reyes Magos, del escritor argentino Marco Denevi. Antes de eso les confesé la idea que había tenido de compartirles esa misma mañana, a todos los teléfonos móviles, dicha historia, pero que no se pudo multiplicar más que en un reducido grupo de coordinadores. ¿Se imaginan leyendo todos en el móvil, al mismo tiempo? ¡Sería genial!


Rematé mi alocución diciéndoles que ellos eran mis padrinos en esta nueva etapa de fomento lectoescritor. ¡Comisarios y Contralores mis padrinos! ¿No soy un privilegiado? Terminada mi participación la Mtra. Liliana Angell González, Secretaria de la Honestidad y Función Pública (y mi madrina), dio un mensaje bastante afortunado, cerrando el programa el tenor Juan Carlos, rematando así una mañana distinta, demoledora, casi mágica para mí. 


No cualquiera se avienta más de doscientos madrinas y padrinos de un jalón y menos en un día de reyes magos. Sin duda me regalé un seis de enero distinto (¿quién podría quererme menos que yo?). Hubo más personalidades pero ahora mismo ignoro sus nombres (madrinas y padrinos míos también), me falta barrio burocrático, sin duda. Salí de ahí motivado, listo para recorrer el camino que sea.


No cabe duda de que estamos hechos de historias, y las mías siempre tienen un plus que llegan así, por senderos misteriosos. Mi madrina Liliana me compartió rosca y chocolate y conversé con más de uno, con algunos otros compartí consejos de fomento para sus hijos, dicté mi número a otros más para que conocieran este blog y leyeran sobre lo acontecido apenas un par de horas antes.


De vuelta al trabajo recordé todo lo bueno vivido esa mañana, abrazando después a mis compañeros de trabajo y deseándonos lo mejor de lo mejor. Sentí que esa euforia controlada no se detenía, y no me equivoqué. La fiesta del azúcar continuó con más roscas y chocolate. También llegó una maestra de Berriozábal, con quien mi amigo Ramón Preocupón y YoMeroMaromero acordamos apoyar con talleres de fomento a la lectura.


El saldo fue una moneda de oro, obsequio de mi madrina Lorena, de la Secretaría de la Honestidad y Función Pública, y dos muñequitos de dos roscas coneculteras, elementos que auguran cosas buenas para el dos de febrero y los demás meses por venir. La contadora Isabel López Salinas (insisto, es familia por línea materna) es mi madrina principal, y mi mejor cómplice.


¿Ahí acabó la historia? No, faltaba el remate a cargo de mi querido colega y amigo Alex, con quien comparto "licencia para Fomentar". El bandido me compartió por guasap una portada y el índice de un libro de Pau Donés, que se lee divertido, para decirme después, "llegaron los reyes magos a mi casa... El mensaje decía para un niño genial... Hugo Montaño... El libro es tuyo, mi querido hermano".


¿No soy un privilegiado? Gozo de la amistad de Alejandro desde hace varios años. Lo curioso de la vida, de las historias personales, es que conocí al vocalista de Jarabe de Palo en San Cristóbal de Las Casas. Sí, soy una suerte de Forrest Gump. Esa noche de concierto también recibí un libro de regalo, mismo que me puse a "ojear" mientras en el escenario sucedía la magia.


El día aun no termina, espero que lo haga sin sobresaltos, de lo contrario que sea entonces con sobresaltos felices. Las fotografías son cortesía de Maria Elena Zebadúa Galdámez, Juan Carlos Suárez, Isabel López y de Yo MeroMaromero... Por mejores lectores y escritores.