domingo, 31 de enero de 2016

Lees o qué?


Lees o te madreo llegó hasta los talleres formativos organizados por la comisión de educación y cultura de la asamblea estatal democrática de la sección 40. Preparé una especie de charla - taller, con la finalidad de sensibilizar (ingenuo que soy) a los compañeros en la importancia del ser maestro, y de cómo el poder de la palabra nos podría llevar a donde quisiéramos.


Los tenté en el terreno del aula, siendo ellos los alumnos y hasta los llegué a sorprender con preguntas "de primaria" a la hora de armar oraciones o palabras que se supone son del uso común, y que damos por hecho saber su significado. Aunado a esto les enseñé ejemplos del poder de la palabra, y de cómo esta podía saltar de una historieta a la realidad, caso concreto "Con V de Vendetta", de Alan Moore, una máscara que hasta el día de hoy aparece en cada manifestación o marcha por el mundo.
 Les conté de Eratóstenes, de Newtón y de cómo la historia se enseñaba "transvergada" en los mismos salones, con el más claro ejemplo del mapamundi, que coloca a Europa en el centro, pero al analizar más detalladamente el plano, trastocamos el orden con lo cual Europa quedaba en una orilla y en el centro Asia, las islas filipinas y su cercanía con América.

Hablamos de México, de cómo un sueño daba forma a nuestra bandera en el centro de la misma, motivo de asombro de más de un extranjero, que entiende mejor lo que simboliza nuestro escudo nacional que nosotros mismos. ¿Cómo podíamos amar algo si no lo conocemos? ¿Cómo entender la importancia de un país mejor preparado, si nosotros mismos no alcanzábamos a comprender la grandeza de nuestro país?
 Entonces fue inevitable hablarles de un libro en particular: "Nosotros los hombres ignorantes que hacemos la guerra: cartas entre Villa y Zapata". Hablamos de cómo a Villa sí le importaba el crear escuelas, porque él sabía que no había otra manera de crecer como país, sin educaci´pon. Y lo decía un hombre que venía de la oscura noche de la ignorancia.


Vimos un documental, que ninguno de ellos conocía: "Pancho Villa. la Revolución no ha terminado". Un documental de verdad conmovedor, narrado en partes el hijo de Pancho Villa, además de Coroneles y demás "muchachitos" que cabalgaron junto a Doroteo Arango, quedando pendiente ver el documental de Zapata, un rostro que marcha junto a los maestros hoy día, en contra de las reformas a la educación. Personaje igual de desconocido entre algunos de los compañeros docentes, más allá de su vida como revolucionario.

Fuerosn más de dos horas de charla, compartir experiencias, realizar ejercicicos pensados para la escritura y sobre todo la gimnasia mental que esto implica, y de paso conocer textos poco comunes en las aulas, pero que deberían incorporarse no por el sistema, sino por iniciativa propia de los profesores, que reconocieron sus fallas en cuanto a los complementos que se necesitan para hacer de los alumnos algo más que personas alfabetizadas.


Por último, obsequié algunos ejemplares de Biliyin a los maetsros que aguantaron vara en la charla - taller: Lees o te madreo, y en lo particular me sentí mejor por decirle a un pequeño sector, representativo de esa enorme masa que son el magisterio, mi particular punto de vista en lo que a enseñar se refiere, y sobre todo, a tratar de revivivr la pasión que alguna vez sintieron por su profesión, bastante lastimada por la propaganda gubernamental, y remachada por los profesores mediocres (que pareciera son los más)

Programa de Credencialización de Mediadores de Salas de Lectura / Comitán


Resultó que nos invitaron de nuevo para conversar con mediadores, pero en ésta ocasión volvíamos a Comitán de Domínguez. Un número de mediadores mucho menor que la zona centro, pero igual de entusiastas. Nosotros, disciplinados, dimos inicio a compartir nuestras reciente experiencia con los mediadores del centro del estado, y en lo que yo les presentaba el Kamishibai (ohhhhh) el Zopi se arrancó (literal) un par de cuentos que a él le encantan. Cual charro de cinturon piteado y levita, reavivó las intenciones de Roal Dahl.


Después llegó mi turno, y les conté cómo los kamishibais habían surgido del ingenio de un comerciante de dulces (que no de historias) y comprobamos que la oralidad era el hilo que mantenía unida nuestra historia de vida pasada, presente y futura. Hablé de Homero, después les conté la Aventura de lso Molinos de Viento e icimos una pequeña dinámica sobre una nube que se transformaba en nuestras manos.

Surgieron de esas nubes personajes, cosas, seres conocidos y otros no tanto, los unimos de a cinco nubes y les pedimos nos contaran una historia uniendo las diferentes formas que cada uno de ellos había logrado descubrir. Sin embargo las prisas y la escasa iniciativa de algunos, nos comió el tiempo que teníamos para desarrollar la charla - taller, y dimos por finalizada nuestra aventura, con el compromiso de compartir estrategias de promoción lectora que cada uno de nosotros fuera desarrollando, para enriquecer nuestra experiencia como acompañantes de lectura.

Programa de Credencialización de Mediadores de Salas de Lectura


Gracias a la invitación de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas, asistimos al hotel Palma Arecas, para platicar con los compañeros mediadores de zonas aledañas a la ciudad capital de Tuxtla Gutiérrez. De nuevo El Zopi y yo (Hugo Montaña) nos despepitamos contando cómo nos inciamos en el mundo de la literatura. Recordamos cuál fue nuestra primer lectura, o el título del primer libro que leímos (no los libros que marcaron nuestras vidas). Algunos de los asistentes coincidían con nuestras experiencias, y otros comentaban formas diferentes a las nuestras.


Reflexionamos sobre la lectura y sus posibilidades, y cómo realizabámos nuestro gusto por la literatura de diferentes maneras, mucho antes de que el programa de salas de lectura se multiplicara por toda la república. No sabíamos que estábamos haciendo mediación cuando contábamos historias, dibujábamos historietas o cantábamos, por decir algo. Cuando "rolábamos" nuestros libros con otros por el puro gusto de compartir. Por ejemplo, el Zopi y el exitoso programa de Radiombligo, ganadora de varios premios nacionales e internacionales, o en mi caso, de talleres a diestra y siniestra sobre escritura experimental bajo el sello "Lees o te madreo", impartido a público en general, sin distingo de profesiones o niveles académicos; el puro y llano ejercicio de escribir.


De ahí se desprendió la idea de elaborar un animalario similar al de Javier Sáez Castán (quien a finales del 2014 visitó Chiapas, invitado por los compañeros de Germinalia y El Ingenio, para hablar de las historias ilustradas y presentar su más reciente libro, y contarnos de los anteriores y... bueno, en esa oportunidad le pedi autorización para hacer una reproducción sencilla de su animalario a lo que, generoso, aceptó y hasta aportó algunas ideas más para no sólo hablar del Animalario, sino también del Soñario, libro que se encuentra en el catáñlogo que integra las Salas de Lectura, y que permitía plasmar nuestros propios sueños, y jugar con la posibilidad de interpretar esos mismos sueños para otros.

Después de la actividad del Animalario, el Zopi leyó algunos cuentos que conmovieron a varios de los mediadores. Fueron sus cuentods "Jerigonzos", libro que bien merece una re edición e integrarlo al listado de libros del acervo de salas de lectura.

Finalizamos nuestra charla - taller encantados de haber compartido nuestras experiencias con ellos, y con las promesas de futuras visitas a los diferentes municipios para ir a charlas a sus salas de lectura o a sus paralibros, cosa que en un futuro esperamos se realice.

I Festival de la Lectura Comitán de Domínguez 2015, del 19 al 20 de Agosto


Después de padecer los efectos del piquete del mosquito propagador de la Chincungunya (primero fue el Zopi, y después fui yo), nos lanzamos a una nueva aventura de contar y de invitar a otros a divertirse con los libros, como nosotros.


Zopi se dio gusto leyendo y releyendo cuentos de chile, dulce, mole y manteca. Por mi parte, les platiqué - conté el choro mareador del Kamishibai, (incluída al aventura de los Molinos de Viento) y sus posibilidades a la hora de contar un cuento, una novela, un poema, una historia épica, una película, una anécdota, en fin, todo lo que se puede contar.


Al final de la jornada (casi una hora) que se fue ¡volando!, y después de hacer lecturas y juegos vocales de X o Z personajes con los asistentes (que fueron muchos al final de cuentas) nos despedimos, pero ya tras bambalinas, la gente se nos acercó a preguntarnos detalles o a darnos su aprecio por el esfuerzo de la promoción de la lectura. Y bueno, nosotros encantados, más el Zopi, que se deja apapachar a la menor provocación.


No tengo las demás imágenes de la entrega de sendas bolsas con libros y recuerdos del Festival, mismos que regalamos después de finalizada la charla con la gente de Comitán, de donde nos marchamos con el corazón retecontento.