viernes, 10 de enero de 2020

Al Capone: su vida, su legado y su leyenda / Deirdre Bair


«He sido acusado de todas las muertes, excepto de la lista de víctimas de la II Guerra Mundial».

Al Capone


Desde que tengo memoria, cuando alguien habla sobre "la cosa nostra", "la camorra" o la "mafia", imagino a Vito Corleone, Tony Manero, o películas como Goodfellas o Léon the professional, entre otras. ¿Y de dónde vienen estas referencias? Podría apostar de la leyenda que acompaña el nombre de Alphonse Gabriel Capone (Brooklyn, Nueva York; 17 de enero de 1899 – Miami, Florida; 25 de enero de 1947), mejor conocido como el gangster Al Capone o Al Scarface Capone.

Al Capone y unos cuates.

El libro de la escritora Deirdre me atrapó precisamente desde la memoria. Al ver el libro anunciado entre las novedades del 2018 (en español), supe que lo quería. La primera edición (en inglés) salió dos años antes. Entonces, en honor al espacio - tiempo y obviando el idioma, fue hasta tres años después que llegó a mis manos. Por fin conocería lo más cercano a "la verdad" sobre uno de los criminales más famosos de la historia. 


A cada salto de página, el origen de este hijo de inmigrantes italianos se iba metiendo cada vez más en mi cabeza. Fue un hombre que alimentó su propia leyenda en una ciudad donde era más fácil hablar de su lado oscuro que del luminoso, a pesar de tener en la "nómina" a muchos periodistas. Personaje a la altura de su tiempo, fue un "empresario" que halló en lo prohibido la manera de ganar dinero en "el país de las oportunidades". 


Las películas han exagerado mucho sobre su verdadera personalidad. Lo representan con metralletas Thompson, disparando a diestra y siniestra mientras ríe, sádico, sosteniendo un puro con los dientes. También machacando con un bate de béisbol la cabeza de algún traidor, siendo derrotado por Eliot Ness, personaje que roba crédito a la abogada y fiscal Mabel Walker Willebrandt, la verdadera causante de su caída por evasión de impuestos. Ser malvado vende, ser honesto no.


Pocos saben de su gusto por la música, que escribía en hojas pautadas mientras tocaba el banjo o el contrabajo, preso en Atlanta. Que después, en Alcatraz, se desempeñó como bibliotecario responsable de las tarjetas de préstamo, donde se hizo gran lector de temas sobre viajes por el mundo, sobre cómo apreciar la música y cómo interpretarla, sobre jardinería, biografías, entre otros temas... la lectura, que lo hizo un reo ejemplar dentro de la penitenciaría. 

San Al Capone

Dice la contraportada: En 1964, en un ensayo recogido en el volumen Política y delito, Hans Magnus Enzensberger hacía una terrible comparación entre la mafia de Estados Uni­dos y el mundo empresarial. Los mafiosos no atracaban bancos, no robaban la nómina de las compañías: eran comerciantes que negociaban con mercan­cías ilícitas, imponían precios a los minoristas y de vez en cuando mataban a un competidor. Eran la prueba de que toda empresa capitalista, llevada a sus últimas consecuencias, se convertía en una organización criminal. El primer gángster que quiso poner orden en el hampa local y organizarla como una gran compañía fue Al Capone; su feudo era Chicago. Lucky Luciano perfec­cionó su método, organizando el trust de «familias» de Nueva York.

Desde los años treinta, el cine de gángsters que ha querido retratar a Al Capone lo ha presentado siempre del mismo modo: como un monstruo sin escrúpulos que dirigía una organización de salvajes, y que al final cayó gra­cias a la tenacidad de Eliot Ness y sus Intocables. Los biógrafos serios hace tiempo que derribaron el mito de Eliot Ness, un funcionario que no tuvo nada que ver con la detención de Capone. El presente estudio de Deirdre Bair socava el otro mito, el que dice que Al Capone era un psicópata sediento de sangre, y nos presenta a un personaje complejo, despiadado para los ne­gocios, humano y sensible para los asuntos familiares, que abrió comedores sociales durante la Depresión y que, a diferencia de los mafiosos de Nueva York, ni siquiera era racista.

Entre la crónica de sucesos y el documento antropológico, la biografía de Bair, basada en su mayor parte en entrevistas con descendientes de Al Ca­pone, es una obra innovadora que prefiere profundizar en los sentimientos y los vínculos entre las personas.

Deirdre Bair

Deirdre Bair nació en 1935 en un pueblo de Pensil­vania, se licenció y doctoró por la Universidad de Columbia, fue profesora de Literatura Comparada en Yale y Columbia y ha escrito varios libros, básica­mente estudios biográficos: sobre Samuel Beckett (1978, National Book Award de 1981), basado en en­trevistas y correspondencia con el propio Beckett; sobre Simone de Beauvoir (1990), a partir de entre­vistas con la autora; sobre Anaïs Nin (1995), en el que Bair denuncia las manipulaciones de Nin en sus propios diarios; sobre Carl Gustav Jung (2003), en el que niega que Jung fuera simpatizante nazi; y sobre el dibujante Saul Steinberg (2012). Bair ha escrito también un estudio sobre los divorcios en la tercera edad (Calling It Quits, 2007). Al Capone (2016) es su último libro.

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