miércoles, 15 de noviembre de 2017

LA FIESTA DEL LIBRO Y LA LECTURA / LIBRERÍA UNICACH / 14 DE NOVIEMBRE


El día de ayer tuve el enorme gusto de compartir opiniones y comentarios con Luciano Villarreal y con Roberto Ramos Maza (ambos lectores y escritores de cepa) en la librería de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. La invitación me fue hecha por María de los Ángeles Vázquez Amancha, para platicar sobre libros y lecturas.


La charla fue transmitida por feisbuc, y después me enteraron de que se haría una especie de resúmen en un canal de televisión. En el primer caso queda descartada la posibilidad de mirar el resultado de la charla, porque no uso feisbuc desde hace un buen rato (el señor Mark Zuckerberg aún no habilita un botón que diga "me vale una pura y dos con sal")


En el segundo caso ignoro cuál es el canal de televisión mencionado (responsabilidad total y únicamente mía) porque no pregunté  ni la hora, ni maldita sea la cosa. Afortunadamente tengo amigos que sí saben administrarse en esto de los medios electrónicos (massmedia, transmedia, crossmedia, multimedia ((comedia, tragedia)), entre otras "edias" que existen hoy día) y han prometido compartirlo conmigo apenas esté al alcance de sus prodigiosos aparatos electrónicos.


Se comentó que se lee no solo libros, sino muchas más cosas (sonidos, texturas, olores, sabores) y que somos al final de cuentas el resultado de todas esas lecturas. El maestro Roberto Ramos Maza reflexionó más allá de esta aseveración, diciendo que si somos lo que leemos ¿qué son aquellos que no leen? Bueno, pues hay de todo, hasta funcionarios públicos como: (acá puede usted poner el nombre que guste, estatal o federal)_____________________________________



Luciano Villarreal habló de esa apropiación del otro en el libro, también comentó de los personajes  entrañables que va uno ganando en cada lectura (o no), en cada vivencia real o ficcionada, y que a la postre terminan saltando del papel a la realidad. Todos tenemos nuestros personajes preferidos, y hay quienes terminan robando un poco de cada personalidad, y se van mimetizando al grado tal de  correr el riesgo de convertirse en Hidra de Lerna.


Como bien lo dijeron mis compañeros de charla: hablar de libros es un tema infinito. Si todos leyéramos o nos interesáramos sobre temas variopintos, bien podríamos en una de esas enterarnos de que la Plaza Central de Chiapa de Corzo es más grande que el Zócalo de la Ciudad de México; que los gobiernos están para servir al pueblo, y no al revés; que las pasiones humanas están expuestas de manera excelsa en libros como El Quijote de la Mancha o la Biblia; que matar es tan antiguo como la vida misma; qué leer no es algo para que todos seamos artistas, sino para que nadie sea esclavo. 

6 comentarios:

  1. Y al final, nos convertimos del gusto por la lectura, pero es una delicia ser esclavo de ella, la lectura.
    Como siempre, es una delicia leerte Hugo.

    ResponderEliminar
  2. Uno es un número. Dos palabrita de arroz. Tres palindromo al revés. Cuatro pies un pato. Cinco patas y un gato.

    Y así hasta el infinato

    ResponderEliminar