sábado, 1 de abril de 2017

PRIMER CONGRESO DE EDUCACIÓN. DISIDENCIA PEDAGÓGICA: PROPUESTAS Y AVANCES.



La comisión de educación y cultura de la asamblea estatal democrática Sección 40, y de la coordinación nacional de los trabajadores de la educación (C.N.T.E.), me hicieron el grande honor al invitarme al primer congreso de educación: "disidencia pedagógica: propuestas y avances", en este enorme empresa de construir el proyecto comunitario para la escuela. Fueron dos días intensos los vividos el pasado 30 y 31 de marzo, donde hubo dos ponencias magistrales de Tatiana Coll y Alberto Arnaut (la primer conferencia me gustó más). El congreso se llevó a cabo en el Museo Chiapas de Ciencia y Tecnología (MUCH), donde el personal nos trató de manera atenta y participó de manera activa en las mesas y talleres.


También hubo talleres, mesas de trabajo y ponencias estatales y nacionales. En el caso de las mesas de trabajo, los temas fueron: defensa del territorio y medio ambiente; cuidado integral de la salud; cosmovisión de los pueblos e interculturalidad; derechos humanos y cultura de paz; formación científica y tecnológica para el trabajo liberador. Los talleres fueron: Libros cartoneros; regletas, ábacos y cubos para aprender matemáticas divertidas; teatro del oprimido; la neuropsicología aplicada a los problemas de aprendizaje; juegos para la inclusión; medios libres y movimientos magisteriales; nadie te creería: por mejores lectores (acompañado por yo mero maromero).


Para no entretenerlos más de lo necesario, les cuento que la organización de los maestros para llevar a buen puerto este primer congreso, fue más que excelente. Aún cuando se diga que nos falta mucho en educación, que nos falta mucho en infraestructura, que nos falta mucho en ésto y aquello, pero los principios son sólidos, y eso a mi me deja bastante satisfecho. Si me hubieran dicho que yo sería parte de algo como esto, me hubiera reído, porque yo no tengo una carrera normalista ni pertenezco al magisterio, aunque años atrás tuve la oportunidad de dar clases en la Escuela Normal Superior (y parece volveré en algunos meses con un proyecto de alcance nacional en materia de fomento a la lectura). Sin embargo esa mañana del jueves 30 de marzo ahí estaba yo, en el panel de presentación frente a más de doscientos maestros. Fue emocionante, no sé decirles más.


Para el taller que impartiría a los compañeros asistentes, elegí el libro Nadie te creería, de Luis María Pescetti, que forma parte de Libros del Rincón, del acervo de las bibliotecas escolares que se entregaron a una gran cantidad de escuelas. Este material me fue enseñado y compartido por la doctora Haide Zúñiga Pineda, especialista en la elaboración de estrategias de promoción lectoescritora, certificada y bastante generosa a la hora de realizar el fomento a la lectura. Integré a esta propuesta una pieza musical y un ejercicio manual, todos para ser de igual manera replicados en sus aulas. Había otras cuatro estrategias que por falta de tiempo ya no se pudieron compartir, pero que estoy seguro tendré la oportunidad de ofrecerles más adelante.


El espacio asignado para mi taller fue la Sala 3D, siendo mi anfitrión el pedagogo Ramón Gómez Sánchez, encargado de la sala de proyecciones del Museo, quien siempre estuvo atento y fue de gran ayuda. De hecho muchas de las fotografías que ilustran esta entrada, son de su autoría. Luego de preparar los aspectos técnicos del taller, los participantes fueron llegando de a poco, hasta sumar veintitantos interesados. Sin más, di inicio a mi actividad compartiendo mi historia lectora, asumiendo la personalidad de cada uno de los personajes principales de las lecturas que recordaba, y después fue inevitable hablar del nuevo modelo educativo: aprender a aprender. Juro que nos divertimos de lo lindo porque el tema en sí da para chacotear como no tienen idea. Aunque en honor a la verdad, coincidimos en una sola cosa de ese modelo: LOS NIÑOS SON PRIMERO, fuera de eso, todo es discutible.


Después hablamos sobre el Deber Ser de los maestros. El ciudadano de a pie da por hecho que en la actualidad, el ser maestro tiene por añadidura que es un gran lector, y por ende un gran facilitador de la lectura y de la escritura. Sin embargo, las circunstancias son otras. También es cierto que existen en el desempeño profesional fortalezas y debilidades Entonces tratamos de contestar las preguntas que abren el primer módulo de Leer para la Vida. ¿Cómo nos sentimos con nuestro desempeño como lectores y escritores? Dónde nos encontramos, cómo nos vemos, y a dónde queremos ir. De qué manera nos hemos formado como lectores, con qué materiales, quiénes nos han ayudado en esa formación. ¿Cómo nace un lector? ¿Se genera sólo en la escuela? ¿Qué significa en realidad “formarse como lector y escritor”? Hay algo en común en nosotros: las experiencias con la palabra oral y escrita nos han marcado. Han dejado huella en nuestra manera de ver el mundo, de reconocernos y nos ayudó (o nos dificultó) el desarrollo personal. Contar la propia historia lectora ayuda a trazar un panorama realista, diferente al “deber ser” lector que suele pesar en los hombros de los docentes y constituye un punto de partida fundamental para abordar la formación de otros.


Después hablamos sobre qué era aprender a aprender. Hicimos una serie de analogías para terminar hablando sobre lo que es un proceso mental, y cómo muchas veces se generaliza, sin particularizar cada proceso mental o de pensamiento, para facilitar el aprendizaje en los alumnos. Memorizar ahora puede satanizarse, aunque de todas maneras (opinó alguien) este país es desmemoriado desde hace mucho, solo que ahora será de manera institucionalizada. Posteriormente hablamos de las buenas ideas, y entonces les compartí una pieza llamada Construcción, de Chico Buarque. Entre todos fuimos descubriendo las características de dicha pieza, y cada uno dio su opinión desde diferentes perspectivas, desde su propia experiencia, lo que vino a confirmar de alguna manera lo expuesto en el párrafo de arriba.


Después nos dimos a la tarea de resolver la construcción de un automóvil, con materiales reciclados y que en otra oportunidad les compartí, pero realizado con maestros de casas de cultura. Fue una verdadera aventura, porque atendió a una serie de procesos mentales específicos, vividos de manera directa a la hora de resolver dicha tarea. Hubo de todo, tientos de diseño, ideas de solución que eran a veces contrarias a las posibilidades reales ofrecidas por el material otorgado, que era de recicle. La misma naturaleza del ejercicio los fue obligando a ordenar sus ideas, porque hubo los que comenzaron diseñando la carrocería antes de colocar las llantas, por decir algo. El tiempo propuesto para la solución del ejercicio se tuvo que extender, lo que obligó a dejar de lado las demás estrategias. Incluso cuando ya se contaba con los modelos terminados (seis equipos de cuatro integrantes cada uno), y de competir en una carrerita por los espacios de la sala de exposición espacial, siguieron existiendo fallas de tipo estructurales o de diseño. Aunque de manera general, el ejercicio cumplió su propósito: elegir los procesos mentales adecuados para la solución de un problema.


Finalizamos el taller revisando seis cuentos pertenecientes al libro Nadie te creería, en los cuales hallamos fallas estructurales de manera intencionada, pero que sin embargo resultaban bastante afortunadas porque aun así resultaban divertidas. Por equipos leyeron y se encontraron con errores de tipo sintáctico, gramatical, ortográfico, escatológico, de género, entre otros; que no solo promueven la lectura de manera indirecta, sino que a su vez hacen el trabajo de la enseñanza de la ortografía, por decir un ejemplo, de manera lúdica (sí, ese carácter lúdico tan mencionado en las teorías más sesudas, pero tan olvidado en la práctica). Cada uno de los equipos compartió su texto, y comentaron no sólo lo hallado, sino las posibilidades reales de ponerlo en práctica en sus aulas. De entrada es un texto que ya está en las bibliotecas escolares, y también la posibilidad de reproducir estas estrategias aparecidas en el libro, en otros cuentos o textos de otros autores.


Quedé con la promesa de compartir lo proyectado y lo escuchado el día 31 en el taller, y bueno, en lo particular me sentí bien. Ojalá y tenga la oportunidad de participar en el siguiente congreso, porque no encuentro otra manera de participar con el magisterio (disidente o charro, según el decir de ellos) porque al final de cuentas tenemos un compromiso en común: educar a los principales protagonistas de esta lucha y contra lucha gubernomagisterial: los educandos. Yo voy igual con unos que con otros, por mejores lectoescritores. En ambos lados las fortalezas y las debilidades son varias y variadas, y solo desde la construcción podremos aspirar a un bien común.


Por último, visiten el Museo Chiapas de Ciencia y Tecnología, que aún cuando se ve que necesita mantenimiento, cuenta con sus salas activas de manera digna. Ya saben, una buena idea que termina importándole a unos pocos, siendo abandonado por la mayoría.



No hay comentarios:

Publicar un comentario