martes, 10 de marzo de 2015

Taller de creación literaria en el Ingenio / 17 al 26 de febrero


Desde mediados de septiembre hasta las postrimerías de diciembre 2014, me incorporé a los talleres que Germinalia AC programó a través del Ingenio. Fue una aventura tal cual la imaginé. Traía la inercia del taller de escritura experimental, convocado por la Oficina de Fomento de la Lectura, de la Red de Bibliotecas, en el Centro Cultural de Chiapas Jaime Sabines.

A mediados de marzo comenzó una segunda etapa con los compañeros del Ingenio. Fue el martes 17 el reencuentro, y para el jueves 19 de marzo, nos dimos a la tarea de comenzar oyendo música (ya nos conocemos y quise empalmar lo comenzado aquel septiembre). Escuchamos Las Cuatro Estaciones, de Vivaldi, y fuimos desgajando cada movimiento con el soneto escrito y atribuido al buen Antonio Lucio.

Leyendo dicho soneto fue como averiguamos quiénes son los protagonistas de ese concierto. Luego les enteré de curiosidades acerca del músico, como las más de setecientas obras escritas en aproximadamente 45 años (o más), destacando una de sus piezas de nombre Montezuma (una ópera inspirada en la Conquista de América, donde los buenos son los malos... bueno, algo así), y de su audaz propuesta al incorporar los demás instrumentos musicales no como meros acompañamientos, sino como parte activa de las mismas píezas, tal cual comprobamos en dos de las cuatro estaciones, como lo son la Primavera y el Verano, donde los violines, violas, violoncelos y contrabajos hacen que cada movimiento se distinga y se quede en la memoria.

Acordamos averiguar más sobre Vivaldi, y después de eso, escribir un cuento desde la comodidad de su lugar preferido, y trajerlo el martes 24, para leerlo y "tallerear".



El martes 24 de marzo me encontré con la sorpresa de un solo texto (de Miriam) sobre Vivaldi:

Crudo Invierno

Caminando sobre el frío piso mis pies se han ido desgastando, y mis mejillas sienten cada vez más frías estas lágrimas que ahora me avasallan. El viento sopla muy fuerte, helándome los huesos y también el corazón, y el dolor se vuelve cada vez más intenso.

Trato de que mi mente borre los tristes recuerdos, pero no logro hacerlo, al contrario, a cada intento comienzan a revivir las emociones de aquel crudo invierno, cuando tus ojos negros mantuvieron por última vez esa bella conversación con los míos.

Bastaron unos segundos después de que por última ocasión tus fríos y delgados dedos acariciaran mi mano, cuando tu corazón decidió dejar de latir para siempre.

En ese momento sentí que mi mundo se paralizó y sentí tanto el no haberte dicho lo mucho que te amaba, y agradecerte porque en los momentos más tristes de mi vida, tú lloraste conmigo, y luego me enseñaste que ese llanto de violín se transformata en una sonrisa en mi rostro, igual al de  la primavera.


Si bien Vivaldi obligaba a realizar una investigación para conocer al personaje, decidimos hablar en un personaje en particular que conociéramos, ya fuera por que nos gustaba, porque habíamos leído recientemente sobre ella, o porque les interesaba explorar esa posibilidad, de saber si se podía escribir sobre alguien, con solo conocer un detalle del mismo.

El resultado fue mejor de lo esperado. KISS habló de Paul Stanley, el guitarrista principal de la agrupación KISS (sí, KISS el tallerista adoptó el nombre de KOSS la banda, porque es super fan de estos), y conocimos que el músico nació sordo de un oído y sin la oreja. Miriam nos contó de Bob Marley y el momento en el que, en pleno escenario, un fan confundido por alguna razón que ignoramos (charlando sobre el texto, aparecieron detalles que desconocíamos, por ejemplo, de que Bob no era visto como un jamaiquino puro, sino mestizo, lo que le acarreó enemigos chouvinistas), le dio de balazos arriba del escenario. O la historia de Carla sobre Óscar Wilde y sus días en prisión por el delito de homosexualidad. También la historia de Tales de Mileto y su caída en una zanja por su manía de mirar hacia arriba. Marbey nos contó de los Kennedy, en especial del hijo varón. Eli nos contó sobre Juana de Castilla y su locura genial, Una invitada de la Fundación Banorte nos contó sobre una escritora africana de nombre Chimamanda Ngozi Adichie, y como ha viajado por el mundo compartiendo imágenes de Nigeria, mostrándonos que nuestras vidas y nuestras culturas están hechas de muchas historias. Fue Sophie quien se encargo de cerrar la serie de escritos sobre una cantante francesa de nombre Bárbara, y de una canción que liga a la historia, titulada: Llueve en Nantes.

Sigo pensando en Nantes, bajo la lluvia.


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