viernes, 28 de febrero de 2014

Por mejores armas...

Esta es la foto de MiniMi... el 19 de febrero llegó contento a la casa, para contarme que al día siguiente,  llegaría un grupo de soldados a su escuela. ¿Qué les regalo?, preguntó. Miré a mi domadora, quien agregó debían darle un obsequio a los militares, como agradecimiento por la visita. Miré de nuevo a MiniMi, y le propuse regalara un libro. Avaló la idea con una enorme sonrisa, convencido de ser la mejor elección. Acto seguido, buscamos el libro a obsequiar.

Encontramos una novela historica, editada en 2010 por el FORCAZS, titulada: La pesadilla jarocha. Memorias de Panchito Viveros 1812-1829,  la cual se desarrolla en el siglo XIX, donde la ficción se mezcla con la realidad y tiene como escenario las distintas batallas libradas en Veracruz. 

 MiniMi y mi domadora buscarón el moño para el libro y se resguardó en la mochila escolar. MiniMi hizo la tarea, se aseó sin chistar, y se durmió temprano. Antes de dormir nos dijo que el día siguientea era algo que "había esperado toda su vida" (y no miente... su vida apenas lleva cinco años con nueve meses de kilometraje).

La ceremonia (testimonio de mi domadora) estuvo cargada de emotividad. Los niños cantaron a voz en cuello el himno nacional y se comportaron respetuosos con la ceremonia militar. Algunos papás no pudieron evitar algunas lágrimas, por ver a sus hijos emocionados. Los niños ven en los militares eso que alguna vez vimos nosotros, y luego algunos quisimos ser militares (algunos, no todos), así como otros quiseron ser doctores, bomberos, policías, constructores, etcétera, aspiraciones relacionadas con la justicia, el honor, el bienestar, lo humano por encima de lo demás...


¿Qué nos sucedió? ¿Dónde quedó el niño que fuimos? Hoy los adultos tenemos una opinión muy diferente sobre la emoción que nos provoca ver a un militar. Ya lo dijo un compañero de trajines, quien, luego de ver la preparación de esta entrada, me dijo, "sí pues, es la edad de la inocencia... cuando MiniMi crezca y se entere qué clase de gente está en el ejercito, se avergonzará de esa foto..."

Más de uno replicó un dibujo donde un ciudadano amagaba con arrojar un libro a la policía antimotines, y estos, cubriéndose con los escudos característicos, advertían, ¡Cuidado, tiene un libro!... pues la continuación sería hacer efectivo el chiste, realizar el acto sanador de entregar un libro a quien tú quieras, no importa si es militar, templario, abonero, burócrata, profesor (sí, profesor...), artista, mercader, niño, adolescente, adulto o anciano, a cualquiera sin distingo. 

Gianni Rodari creía en la virtud liberadora de la palabra, no para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo. 

Volviendo al tema motivo de las imágenes, les comparto el dato histórico sobre el Día del Ejército Mexicano: 

El 19 de febrero de 1913, don Venustiano Carranza publicó el Decreto de creación de esta noble y valerosa institución militar. El Ejército Constitucionalista fue la respuesta patriótica ante la ruptura del orden democrático, cuya expresión más dolorosa fue el cobarde asesinato del Presidente Francisco I. Madero y del Vicepresidente José María Pino Suárez.

A partir de estos trágicos sucesos, don Venustiano Carranza convocó a diversos movimientos populares, conformados por campesinos y obreros en su mayoría, para restaurar el régimen institucional. Así nació el Ejército Mexicano, enarbolando las banderas de la legalidad, la libertad y la democracia.

En conmemoración de ese hecho, en 1950 se instituyó el 19 de febrero como Dí­a del Ejército Nacional. A partir de 1969 el Ejército suma a sus responsabilidades el auxilio a la población civil en caso de desastres naturales. 

( fuente: http://www.presidencia.gob.mx/dia-del-ejercito-mexicano/ )


Por último, sé también que varios compañeros del militar se acercaron para ver el libro, pasaron varias páginas y se comentaron algo que en lo particular me hubiera gustado escuchar (lo que fuera). La historia de Panchito Viveros, acontecida en la primera mitad del siglo XIX, será conocida por un militar del siglo XXI, o por varios militares, o muchos, o miles... o ninguno, aunque algo de esperanza hay, porque si se fijan bien, el soldado lleva el libro en la mano izquierda, y el índice entre las hojas del libro... eso es mejor que nada.

Quien guste saber más sobre la historia de Panchito Viveros, este es el enlace:

http://www.conaculta.gob.mx/detalle-nota/?id=13023#.UxCk9M6j-ho

2 comentarios:

  1. Maestro.
    Su relato siempre lleno de detalles. Se lee la emoción. Aunque el compañero no comparta los sentimientos de MiniTu, y al pasar de los años MiniTu ve estas fotos. No tendría que darle pena; a pesar de los errores que cometan algunos, no podemos guzgar a todos. Esos compas se la rifan y pocas veces son reconocidos. Solamente el día del desfile.
    Maestro. Gracias una vez más por escribir

    ResponderEliminar
  2. De nada querido maestro... pa servirle a usté...

    ResponderEliminar