Desde el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Chiapas llegó hasta la Oficina de Fomento a la Lectura y la Escritura la profesora Carmen, con bastante ánimo aunque algo "norteada". Nos dijo (a Ramón Preocupón y YoMeroMaromero) que estaba organizando algunas actividades relacionadas con los libros, denominada: Mayo, mes de la lectura.
La cereza en el pastel era la presencia del poeta Uberto Santos, gran escritor originario de Chachí, en Venustiano Carranza. "Usted lo va a presentar", me dijo la profesora Carmen. ¡La vi tan segura que acepté! Bueno, la verdad acepté porque soy el presidente del club de fans de Uberto desde hace años, cuando me lo topé de frente en el libro "Poetas Jóvenes de Chiapas" (Editorial Katun), a fines de los ochenta.
"¿Con qué otra cosa nos puede usted apoyar?" preguntó la profesora. Yo no tenía tan clara la situación (en las últimas semanas no he tenido muchas cosas claras), así que decidí no preocuparme por eso y preocupar mejor a Ramón Preocupón. La solución fue un tallercito para alumnos y maestros (15 y 15) sobre fomento a la lectura y la escritura, con un par de estrategias para jugar.
Llegó la fecha acordada: Lunes 20 de mayo del 2019, a las ocho de la mañana. Tan poco claras tengo las cosas que no sabía a ciencia cierta ni el lugar ni el espacio de las actividades. Me hallé con Ramón Preocupón, Limber y con el poeta Uberto Santos, con quien platiqué sobre lo que haríamos, "... unos minutos vos... luego yo... bla bla blá... ni mucho que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre... bla bla blá..."
Dice la profesora Carmen que entre alumnos, maestros y directivos, asistieron más de 570 personas. La presentación fue al aire libre, bajo una enorme carpa que detenía la luz del sol, pero no su calor. El poeta y YoMeroMaromero nos vimos, cruzamos un par de palabras y decidimos saltar al vacío. ¡Qué no pué! Y después de eso saltaría de nuevo pero rumbo al taller. ¡Ay los planes! ¡Ay los saltos!
Les he dicho que para llevar a cabo el fomento lector no hace falta más que un grupo interesado, libros y un mediador. Las condiciones mínimas estaban dadas. Llegado el momento presenté al poeta Uberto, diciendo que todas las palabras eran para todos, que leer y escribir tal vez no nos haría artistas, pero sí menos esclavos, más libres. Que la lectura y la escritura si servía para algo. ¿Para qué? Para contestarle al poder.
Dejé al poeta los micrófonos (eran dos) y él, sabio, comenzó a lanzar metáforas a diestra y siniestra, a encantar a les muchaches con ese poder del que goza, mientras que yo caminaba rumbo a mi destino hasta a un salón con "aire acondicionado". Supongo que algún extraño nigromante, algún malévolo encantador, algún oscuro mago conspiró contra mi persona inhabilitando el aparato "acondionador". Pero seguía existiendo la fórmula: Lectores + Libros + Mediador. ¡A darle!
Hubo 30 participantes en el breve taller de fomento lectoescritor (tres profesores y veintisiete alumnos). Jugamos Mondongo y dibujamos nubes que luego fueron las cosas más chidas que ustedes puedan imaginar. Y lo mejor, hubo cuentos y más cuentos. Dadas las condiciones podría decir que fue un éxito (qué panadero habla mal de su pan... ¡Benditas metaforas!)
Agradezco a la profesora Carmen por la aventura y por los saltos al vacío, también a los demás compañeros que hicieron posible nuestro traslado hasta el plantel 34 ubicado en el fraccionamiento Real del Bosque, una geografía complicada con paisajes apocalípticos. Pero sobre todo a mis amigos Ramón Preocupón, Uberto Santos y Limber, este último el más divertido de todos a la hora de hacer el recuento de los hechos.
Las fotografías que ilustran la entrada fueron una cortesía de la profesora Carmen y de mi amigo Ramón Preocupón. Las risas, los juegos y los asombros en medio de un calor sabrosón. fueron cortesía de quienes participaron tanto en la presentación del poeta Uberto Santos, como en el tallercito de fomento lectoescritor.
Les dejo el resto de las imágenes... por mejores lectores y escritores.
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| Foto de Raúl Ramírez...y no, no es el tenista. |
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