El sábado 09 de febrero me apersoné en el Museo de la Marimba, a invitación expresa de mi compadre y amigo Aarón Vite Grajales, colándome a la asamblea de la asociación. El pretexto fue una charla titulada: "El mondongo y la corrección de estilo". Antes le comenté a mi compay: "¿Qué le diré a los escritores, y además, ¡poetas!?".
Decidí contarles lo que yo hago, es decir, la manera en la que escribo y los muchos modos que me ayudan para el "apastille" de mis textos. Parto de un continente particularísimo, una vieja técnica utilizada en la facu, aprendida de mi amigo y maestro Luciano Villarreal. Escribir en una hoja tamaño carta, a doble espacio, a sesenta y cuatro golpes, a veintiún líneas. Para mí, la brevedad.
Una hoja con esas características puede resultar una trampa mortal, o el sitio más cómodo para desarrollar una historia, un fractal, miniatura, textículo, minicuento; como mejor quieran llamarle. Para escribir en el terreno de la brevedad debes valerte de todos los trucos de escritura, y estar dispuesto a experimentar palabrarismos, pero sobre todo, "apastillar", es decir, corregir lo escrito hasta desarrollar un estilo propio. Yo aún sigo buscando mi sombra.
Y qué tal comenzar con una oración con sentido, por ejemplo esta:
VEN Y MIRA TU SOL
La característica de esta frase es que tiene las cinco vocales. sin repetir ninguna, además de ocho consonantes, que tampoco se repiten. En suma, una oración con 13 letras. Y fue ese el ejercicio con el que abrimos plaza.
Hubo bastantes frases, ingeniosas muchas, acertadas pocas. ¿Y para qué sirve esta dinámica? Para aprender a construir ideas u oraciones, con un "continente" particular (trece letras sin repetirse). La práctica hace al maestro. De a poco uno se va volviendo más hábil, rebuscando y atendiendo a la memoria, a las lecturas previas, al capital cultural con el que cuenta cada uno.
Los compañeros de la asociación no me dejarán mentir: se divirtieron. Y ese es el propósito, divertirse si de "palabrarismos" se trata. Pero cuando se está en el ejercicio libre de la escritura la situación es distinta. No me quedé con ninguno de los ejercicios, pero les puedo asegurar que fueron bastantes, destacando un par de compañeros, por su perseverancia.
Después nos robamos el título de uno de los cuentos de Óscar de la Borbolla (las vocales malditas): Los locos somos otro cosmos. Sin contratiempos nos lanzamos a la aventura de construir un cuento de media cuartilla como máximo, sólo con palabras que tuvieran la letra "O". De nuevo los compañeros fueron bastante generosos con el ejercicio, resultando textos de bastante buena manufactura, sobre todo por haber sido creados con tiempo limitado.
Finalicé compartiendo un consejo que a su vez me dio el buenazo de Toño Malpica ( a mi y a otros más, hace algunos años en San Cristóbal de Las Magias). Cuando uno escribe debe ser Dios, sin detenerse, porque Dios no se equivoca. Una vez finalizado, debemos de transmutarnos, de metatransformarnos en el Diablo, y actuar como tal castigando el escrito, torturándolo hasta que se salve o se quedé ardiendo, a fuego manso, por toda la eternidad.
Una vez finalizada la charla, nos despedimos, contentos por haber jugado un rato a ser dios, y al diablo. Por habernos divertido sin darnos cuenta de que en ese "inter" transcurrió una hora. Apenas un par de ejercicios que no deberían de tirarse en saco roto (benditas metáforas), porque eso nos mantiene en forma cuando de escribir se trata, y por supuesto no dejar de VIVIR, para que nuestro capital cultural siga creciendo, y esté disponible en el momento que se necesite, sobre todo a la hora de escribir.
Por mi parte estoy bastante agradecido con mi compadre y amigo Aarón Vite Grajales, por haberme invitado y haberme dado la oportunidad de poner a prueba las estrategias sobre escritura, a las que les tengo una confianza a prueba de OG (chiste local que mi amigo Jesús Matatena entenderá). Estuve contento, y más porque después de eso me reuní con otros amigos (bendita otredad), en el postcumpleaños del Doctor Recinos de León.
Ya nos encontraremos de nuevo con los compañeros de la Asociación de Escritores y Poetas de Chiapas... Por mejores lectores y escritores.
Agradezco las fotografías obsequiadas por Cris y Aarón, que ilustran esta entrada.
¡Hola Hugo!
ResponderEliminarSiempre me encanta leerte y revivir el curso que nos impartiste en el Diplomado de Creación Literaria. Los compañeros y yo te extrañamos. Espero pronto volvamos a coincidir.
Enormes saludos,
Victoria
Yo igual que Juanga: Si ustedes me dicen "Ven Ven", yo vuelvo. ;-)
EliminarEsperamos volver a contar con tu presencia. Las puertas de la Aepch están abiertas para ti y no sólo por ser compadre del Vite.
ResponderEliminarMuchas gracias!!!
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