Colección Sergio Pitol. Traductor (México: Universidad Veracruzana, 2007 |
No hay nada más gratificante que hallar un libro de cuentos intenso,
desolador, metafórico. Tibor Dery logra que me pierda al encontrarlo, en las tres historias narradas por él. Ayer me lo contó todo sólo a mi... que me contaba.
"¿Es que acaso los que escapan no están haciendo política?" Dice uno de los muchos pasajeros dentro del tren (¿la vida?) que va de
Budapest a Sopron, ciudad cercana a la frontera (¿la muerte?), entre los
que se encuentra un honorable profesor (con el cual me identifico, no
como profesor, sino un ser errante, extraviado; huérfano), y entonces a la palabra política la sustituyo por un opuesto a la consecuencia de la fuga, de la huida de algo o alguien, que es mi realidad más inmediata, mi ahora: ¿Es que acaso los que escapan no están congregándose? ¿Es que acaso los que escapan no están entrando? ¿Es que acaso los que escapan no están cayendo? ¿Es que acaso escapar no es encontrarse?
Mito de Filemón y Baucis |
O bien en el cuento "Amor" soy "B", un prisionero al que liberan después de siete años de
encierro, que es arrojado a la ciudad absurda, nada distinta de la cárcel. Arriba del bus entre otros prisioneros menos ajados que él, aunque igual
o más solos en la devastación de la guerra, "B" se descubre huérfano
de mujer, de hijo, de casa. Los busca lleno de dudas, y será la duda la
que lo habite desde el inicio, cuando es liberado, hasta hallarse con ella, quien a cada gesto de felicidad, él le responde con
interrogantes: ¿Te reacostumbrarás a mí? ¿Me amarás? ¿Dormirás conmigo'
¿Te quedarás?
O bien en la tercera historia, la de Filemón y Baucis
(metáfora griega) donde la pareja habita una casa que se encuentra en medio de la guerra estulta, que nada sabe de la paz. Ella medio sorda, él de una paciencia
nostálgica, hasta que cae herido por la metralla que llueve sobre la
pequeña casa. Ella, en el gesto de amor más enamorado, se recupera de
manera mágica de la sordera y sale de la casa buscando algodones para las heridas de
Filemón, quien la ve salir pero no volver.
Yo soy ese que cuenta el escritor húngaro; el desolado, el huérfano, el proscrito... sin ciudad.
Tibor Déry |
Tibor Déry. Nació en Budapest en 1894. Tras sus comienzos de tono surrealista y dadaísta, escribió obras de post-guerra de realismo corrosivo y en 1957 fue condenado a prisión por oponerse en ellas al realismo socialista y al sistema burocrático. Fue amnistiado en 1960. Se suicidó en 1977, en la misma ciudad de Budapest.
Dice la segunda de forros: Pocos, sin duda, los escritores que
alcanzaron a vivir admirablemente aquella terrible coincidencia que
Jorge Semprum llamaba la escritura o la vida. Pocos, también, los que
pudieron coexistir entre la política y el arte. Los hay, como el mismo
Semprum y su primo Levi, quienes lograron consumar una obra profunda
sobre la conciencia humana, sobre el mal y la aterradora convivencia
entre el dolor y el vivir. Los hay, por otro lado, como Gustaw Herling y
Tadeusz Borowski, que veían en el dolor de la realidad un mundo aparte.
Pero muy pocos son los que alcanzan a cumplir una obra con una gran
carga social y política, sin que ésta se vuelva una broma. Tibor Déry,
uno de los más grandes narradores del siglo xx, cumplió con elaborar
cuentos y novelas en los que el alma de su tiempo encontró un hogar.
Presentamos al público en español, después de casi cuarenta años de
haber sido publicado en nuestra lengua, el ajuste de cuentas, libro que
contiene tres relatos que dan cuenta de la vida del siglo xx; de
aquellos años en los que el compromiso político era indisociable de la
actividad literaria. El lector podrá encontrar a un autor que si bien no
ha sido por completo traducido a nuestro idioma, es indispensable en la
literatura del siglo xx en los países europeos.
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