Hoy es el último día del 2018. Sin pretenderlo fuí haciendo conexiones desde Largueza del cuento corto chino, recopilación, prólogo, traducción y notas de José Vicente Anaya, saltando después a La casa del dolor, de Julián Herbert, quien nos cuenta de la diáspora oriental, para cerrar este año bloggero con el libro de Miguel Lisbona, ejemplar que saltó del librero y fue a dar con mis manos. Allí donde lleguen las olas del mar... Pasado y presente de los chinos en Chiapas, es el broche que necesitaba mi atribulado corazón. Bien dicen que quien no conoce su historia está obligado a repetirla. Desde conceptos básicos como migrante, emigrante e inmigrante, hasta la indiferencia y el racismo que ya no tiene cabida (ni nunca tendrá) en el planeta. Hoy la Tierra completa otra vuelta más al sol. Viajamos sobre la misma roca, muriendo y naciendo. Mi MiniMi está emocionado porque termina el año y porque acaba de encontrar en Google Maps una ciudad en Turquía, con un nombre que lo tiene sorprendido. La ciudad se llama Batman... Nos hallamos en 2019.
Dice la contraportada: La presente obra no tiene la pretensión de ser un tratado teórico sobre la historia de la inmigración, ni resolverá todas las dudas existentes sobre el origen y la conformación de lo que se conoce como "colonia china" o "comunidad china" en Chiapas. Ello no impide afirmar que en las siguientes páginas el lector encontrará informaciones novedosas sobre el tema que deben de dar pie a otros análisis académicos que profundicen aspectos aquí tratados o, simplemente, que localicen documentación que no fue hallada o consultada en el transcurso de esta investigación.
Muchos aspectos de la inmigración oriental hacia tierras chiapanecas quedarán sin resolver a lo largo del recorrido de estas páginas. No es excusa ni justificación, sino advertencia y encomienda. Advertencia porque al leer un libro siempre se desea encontrar en él más cosas de las que le fue posible desentrañar al autor, de ahí la excusa. Y encomienda por ser ciertos textos acicates a investigaciones posteriores que profundizan en aspectos históricos y antropológicos, y en el caso que nos atañe sin duda existen muchas vetas por explorar sobre la presencia oriental en tierras chiapanecas. Desear que un libro como este permita andar nuevos caminos, como los recorridos por los migrantes chinos y sus descendientes que en las siguientes páginas inician su peculiar singlatura de recuerdo y reflexión, será un motivo de satisfacción suficiente del esfuerzo realizado.
Miguel Lisbona Guillén |
Licenciado en geografía e historia por la Universidad de Barcelona (especialidades en historia moderna y antropología cultural); maestro y doctor en ciencias antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Iztapalapa.
Es investigador titular “B” de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Antropológicas, en su Programa de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Mesoamérica y el Sureste (Proimmse), y miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel II. Antes de su nombramiento, se desempeñaba como coordinador de la licenciatura en Gestión y Desarrollo Interculturales (sedes Mérida y Distrito Federal).
Cuenta con la autoría de más de 70 artículos y capítulos de libro publicados, y tres libros de autoría propia: En tierra zoque. Ensayos para leer una cultura; Sacrificio y castigo entre los zoques de Chiapas. Cargos, intercambios y enredos técnicos en Tapachula, y Persecución religiosa en Chiapas, 1910-1940. Estado, iglesia y feligresía en el periodo revolucionario.
También, ha recibido el premio Fray Bernardino de Sahagún del Instituto Nacional de Antropología e Historia a la mejor investigación, por el libro en coautoría Diversidad religiosa y conflicto en Chiapas. Intereses, utopías y realidades.
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