Dicen que no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se venza. Y éste es el caso de la Sala de Lectura del fraccionamiento Jardines del Grijalva, mi territorio desde hace siete años, meses más, meses menos. Como todo complejo de vivienda tiene un sinfín de necesidades, las cuales en los últimos tres años han venido atendiendo quienes integran el Comité del fraccionamiento. No pondré sus nombres ahora, pero se los presentaré después.
Estoy seguro que de todos los esfuerzos, corajes, sabores y sinsabores vividos con administraciones municipales obtusas, la apertura de una sala de lectura es uno de sus mayores logros en cuanto a gestión y eficacia. Y no es que me valga una pura y dos con sal el alumbrado público, las calles, la seguridad vecinal, el servicio de agua o de recolección de basura, donde han tenido aciertos dignos de destacarse.
Lo que intento decir es que una sala de lectura es una apuesta de largo plazo. Leer es lo más democrático que puede existir. Una sala de lectura permite congregar a quien quiera o tenga el gusto por las historias, por compartir, debatir, analizar y contra analizar en pos de un pensamiento crítico, personalísimo, que les permita a su vez ser escépticos de las cosas, y a exigir sus derechos. Escuchando a otros también se lee. No olviden que leer es un todo donde intervienen nuestros sentidos.
Ojalá los niños, jóvenes y adultos en general se apropien de este espacio, lo hagan suyo y lo procuren de manera voluntaria. No olviden que somos gregarios por naturaleza y que estamos construidos de historias propias y ajenas. Contamos a cada instante, mientras esperamos el colectivo, cuando saludamos a algún afecto, cuando coincidimos en la fila de las tortillas, en la tienda de abarrotes o en una junta vecinal.
El Infonavit y el Programa Nacional de Salas de Lectura están apostando en algo que de verdad tiene futuro. En este espacio se podrá solicitar libros a préstamo (o revistas), leerlos ahí mismo, también habrá un tablero de ajedrez, entre otros juegos de mesa, además de talleres de creación relacionados con el libro - objeto. En suma, será un espacio para reconocernos en los otros.
La inauguración fue el viernes 25 de mayo, por la mañana. En las fotos usted puede apreciar lo limpia que se ven las paredes. Pues bien, hace unos días hicieron pintas con aerosol (iba a decir "grafitti", pero no hay ese nivel). Entiendo la molestia del Comité, pero desde acá les digo que eso es un buen pretexto para hablar del "grafitti" de a deveras, para hablar del muralismo, de Siqueiros, de Rivera; del arte urbano. Hasta me da ganas de invitar a mi tocayo Hugo Huitzi, para que oriente a quienes tienen aerosol pero no ideas.
Hay dos maneras de ver las cosas: desde la destrucción o desde la construcción. Yo prefiero la segunda. Me imagino un fraccionamiento "grafiteado" de a deveras, expresiones visuales con sentido. Pintas que digan algo de quienes los hacen, o nos cuenten historias en una imagen. Murales para ser disfrutados por los habitantes del fraccionamiento que caminen por sus avenidas y bulevares. Todo se lee, no lo olviden.
En fin. La sala ya está inaugurada y con un acervo pequeño pero poderoso. Ahora deberemos de ejercer nuestro derecho a la lectura, porque de todos es. Felicito de nuevo al Comité del fraccionamiento Jardines del Grijalva, a las autoridades del Infonavit, a la Red Estatal de Bibliotecas Públicas del Estado de Chiapas y a todos los que desde ahora hagan de esa sala de lectura algo suyo.
En lo particular estaré colaborando cuantas veces pueda para compartir y acompañar a quien lo desee con talleres y lecturas (e invitaré a mis amigos de fomento lector para que vengan, aunque sea una vez, a echarse un palomazo con mis vecinos), y pondré a disposición el acervo con el que cuento para enriquecer la oferta de libros que "nuestra sala" disponga para quienes nos visiten... Por mejores lectores y escritores.