jueves, 31 de octubre de 2019

¡Tierra y Libertad! / Fomento a la Lectura, el Libro y Formación de Promotores de Lectura 2019 / Centro Cultural de Chiapas Jaime Sabines




El pasado 30 de octubre me vi en la disyuntiva de atender dos compromisos que, sin desearlo, se juntaron. El primero, un "charlatorio" en la Facultad de Humanidades con estudiantes de Bibliotecología y Gestión de la Información, sobre bibliotecas y fomento lector. El segundo, con la Escuela Telesecundaria 540 "Tierra y Libertad", de Simojovel, sobre estrategias de fomento a la lectura.

Los profes chidos flanqueados por el Hugo Montaño y mi querido amigo Ramón Preocupón

Le compartí a mi terapeuta (La Maga) la situación de mi salud, un poco quebrantada tanto física como emocionalmente, y le conté sobre los compromisos cruzados. Al final quedó la deuda con mis compañeros de la Facultad, a quienes espero visitar cuando mi condición mejore. La deuda también con el compañero Rigoberto, quien tuvo la decencia de aceptar la cancelación.


Y es que a veces Yo también me canso de ser YoMeroMaromero, entonces me da por reflexionar con cierta preocupación, con cierta insistencia... con cierta minuciosidad sobre mi vida. Y así, cavilando, terminé por atender a tooodo el personal administrativo y docente de la escuela "Simojovelina" (chiste local): cinco profesores y el director de la escuela.


Cuando digo que atendí a tooodo el personal del plantel educativo, que a su vez atiende a más de ciento cuarenta alumnos, no miento. Fue una experiencia distinta, más cercana, más personal, lo que necesitaba después de las aglomeraciones. En una palabra: Paz. ¿Y de qué hablamos? ¡Pues de libros, de lecturas, de lectores! También sobre el noble arte de la escritura.


Me contaron que están recuperando su biblioteca, a la que hallaron literalmente derrumbada. Libros acá, allá y acullá. Más de una vez hemos dicho que no basta con tener una buena idea (por ejemplo, una biblioteca escolar), esa buena idea te debe de importar, porque si no te importa a vos, menos le va a importar a los demás. Comentamos algunas ideas para hacerle cambios constructivos.


Decenas de bibliotecarios egresando cada año de la universidad, contrastando con los cientos de bibliotecas abandonadas o arruinadas en Chiapas. ¿Qué sucede? ¿El chiste se cuenta solo? Lo que sucede, quizá, es que no existe una articulación entre la teoría universitaria y la práctica profesional bibliotecaria. Es más, se desconoce bastante de la historia de las bibliotecas en Chiapas.


Si les interesa saber un poco más sobre el tema, bien valdría la pena darle un vistazo al texto de Rosa Elba Chacón EscobarInstitucionalización de la bibliotecología en Chiapas: una mirada histórica 1910-2014. Quizá hay otros textos sobre el tema, tal vez más completos, o menos. Yo les comparto un poco del que les cito, porque tuve el privilegio de conocer a la doctora. 


Volviendo a la Escuela Telesecundaria "Tierra y Libertad", les cuento las cosas que me vinculan a esa consigna. Del ejido Tierra y Libertad (también conocido como Ortiz Rubio) es mi familia materna. También vincula a Emiliano Zapata, quien ni escribió ni dijo tal frase, porque pertenece a Ricardo Flores Magón (el nombre de la secundaria donde estudié, en San José; Terán).  


En el parque del ejido Tierra y Libertad existe una escultura que representa la cabeza de Emiliano Zapata. En todo caso debería de estar la cabeza de Ricardo Flores Magón, pero eso de una cabeza por otra resulta una suerte de guión cinematográfico, que por cierto ya fue escrito y la película filmada (El héroe desconocido / 1981 / Director: Julián Pastor). 


Pero sigamos la línea del Atila del Sur, que vincula a un líder rebelde, maestro y campesino de la Revolución mexicana: Otilio Montaño. Llevo el mismo apellido, que en mi caso es el paterno, abrochando mi destino en un punto único y equidistante: el ejido Tierra y Libertad. Otilio Montaño fue el autor intelectual y redactor del Plan de Ayala (noviembre de 1911). ¿Y de qué habla el Plan, pué?


Entre otras cosas, en dicho plan los zapatistas llamaban a las armas para restituir la propiedad de las tierras a los campesinos, pues se sostenía que las tierras le habían sido arrebatadas al pueblo por caciques, hacendados y terratenientes, y deberían ser devueltas a sus dueños originarios. Su lema fue: "Reforma, Libertad, Justicia y Ley" (no se parece en nada a la consigna de Tierra y Libertad, ¿verdad?)


A principios de 1917 existía ya un cierto distanciamiento entre Montaño y Zapata, quien luego de una serie de intrigas y posterior revuelta en favor de Carranza, fue acusado de ser el autor intelectual del "traca traca". Otilio acusó a los políticos cercanos al general suriano de haberle fabricado un complot, pero Zapata era muy Zapata. Montaño fue ejecutado el 18 de mayo, en la plaza principal de Tlaltizapan, Estado de Morelos. 


¿Y por qué les conté todo esto? Ya sé, porque a veces me da por cavilar y reflexiono las cosas profundamente. Vuelvo al taller del pasado 30 de octubre, con el personal de la escuela a quienes, en suma, les dije que leer es el camino, que leer y escribir es nuestro derecho, que el acceso y uso de todas las palabras debe ser para todos... para no ser esclavos de la oscura noche de la ignorancia... para contestarle al poder... ¡Siempre!

Plan de Ayala, escrito por Otilio Montaño y firmado por Emiliano Zapata

Las fotos son cortesía del director de la escuela, el maestro Gilberto Francisco Vázquez Domínguez, a quien admiro por su determinación y la de su personal. Ojalá y su biblioteca sea reparada y renombrada, quizá con un nombre de ayer... ¿Ricardo Flores Magón? O bien un nombre de hoy, que elijan los propios alumnos y la comunidad en general... Por mejores lectores y escritores.


"El que con libros anda, a hablar se enseña" / Escuela Telesecundaria ... / Tzimol, Chiapas.




...Yo quiero seguir jugando a lo perdido
Yo quiero ser a la zurda más que diestro
Yo quiero hacer un congreso del unido
Yo quiero rezar a fondo un hijo nuestro
Dirán que pasó de moda la locura
Dirán que la gente es mala y no merece
Más yo partiré soñando travesuras
(Acaso multiplicar panes y peces)


Yo no sé lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios, que será divino
Yo me muero como viví.

El necio / Silvio Rodríguez


Era de noche cuando July, Paty y Reni me recibieron con pan compuesto, café y semita. Llovía a cántaros. Mi cunca me dijo que le gustaba soñar cosas imposibles, que era algo poderoso, casi mágico. Aún no me enteraba sobre el sueño que la rondaba, así que Reni y YoMeroMaromero nos pusimos a practicar magia, apareciendo y desapareciendo nuestros dedos de una mano a otra.


Ya antes mi cunca había imaginado el evento que me tenía de regreso en tierra comiteca. "Vas a dar un taller y a moderar una charla", -me dijo. Yo, que soy un creyente (y además un necio), acepté. Y cómo no, si estarían presentes alumnos, padres de familia y docentes, la triada matona en estos trajines del fomento a la lectura (y la escritura).


La actividad sería sobre experiencias literarias en algunas telesecundarias de la zona escolar 017. ¿La sede? La Telesecundaria José María Morelos y Pavón (Siervo de la Nación, sacerdote, militar insurgente y patriota novohispano, que organizó y fue el artífice de la segunda etapa de la Guerra de Independencia Mexicana, por si lo habían olvidado), en el municipio de Tzimol. 


El nombre del encuentro no podía ser más encantador: "El que con libros anda, a hablar se enseña". ¿Verdad que no puede uno negarse, ante semejante palabrarismo? A punto de irnos a descansar, mi cunca me dijo: Sueño con llevar a la Orquesta Sinfónica de Chiapas a mi escuela. ¡Oh! ¿Quién puede negarse ante un sueño? Yo no, y es que la necedad parió conmigo.



Al día siguiente la lluvia, diluviana, nos acompañó hasta Tzimol. Mi corazón era un resorte, a la espera del desarrollo de las actividades. Con agrado descubrí que la artífice del encuentro era nada más y nada menos que la mismísima Julissa Elizabeth Palma Culebro, mi cunca. ¡Qué grande honor el mío! ¡Qué orgullo el poder acompañarla! ¡Qué salto al vacío!



Pronto me interrumpieron las sorpresas. Primero, encontrando a mi querido compañero de andanzas artístico-culturales, Roberto "Totic", de la casa de la cultura de Venustiano Carranza. Unos pasos después al maestro Lauro, luego al profe Zein, mi compa de barrio en Fovisssband, a quien no veía desde hacía muchos años. Después a otro par de profes. ¡Uf! ¡Yo no sé lo que es el destino!



El comienzo del programa no podía ser más prometedor. Se dio inicio con una resignificación del texto "¡Es un libro!", pieza que se encuentra en bibliotecas escolares y en el acervo de las salas de lectura. ¿Comparar un libro físico con una computadora? La representación fue, para mi gusto, bastante buena. 


Después se contó con la intervención de tres experiencias literarias, a cargo de una chica, de un muchacho y de un padre de familia, todos con una gran elocuencia, demostrando la premisa que nos convocaba esa mañana lluviosa en Tzimol: "El que con libros anda, a hablar se enseña".


Hubo cuatro talleres, dos para alumnos, uno para docentes y otro para padres de familia. Mi cunca tiene el talento y las herramientas para estimular y motivar a otros a acercarse más a los libros, a explorarlos, leerlos, enamorarse, enfadarse o darse la oportunidad de vivir un cumulo de emociones con las historias que podemos encontrar en ellos.



Los talleres fueron a la misma hora, pero en un ejercicio de la imaginación, adivino que la profesora Julissa Palma hizo un ejercicio de  diagnóstico, para conocer las características de las mamás y papás a quienes iba a dirigirse, es decir, si eran lectores asiduos o apenas iban a iniciarse en dicha experiencia lectora (y voluntaria).



Estoy casi seguro de que continuó con una dinámica, algo relax pero divertido con relación a los libros, después les enseñó su santuario: una mesa con muchos libros para infantes y jóvenes, sobre temas reales y ficticios. Les compartió técnicas y maneras de cómo leer a sus hijos e hijas. Eso es lo que imagino, ya me corregirá.


A mi me tocó hablar con los docentes, entre los que había profesores de aula y directores. Qué les puedo decir que no les haya contado ya. Busqué la manera de hacerles ver que ellos, los maestros, son la primera línea, la más importante a la hora de fomentar la lectura y la creación literaria.




Intentamos visualizar nuestras bibliotecas, proponiendo dejar a los estudiantes apropiarse de ellas a través del juego de palabras (palabrarismos) en un primer momento, y después plasmar los palabrarismos con sus propias manos, sobre las paredes, con formas que no fueran geométricas sino más bien libres.



Les comenté que lo ideal sería que todos los profesores fueran lectores de libros, pero en la realidad no es así. Afortunadamente no sólo se leen libros, hablamos de ello y de a poco comenzamos a conocer otras posibilidades de lectura. Leémos con los cinco sentidos. 



Propuse otras estrategias más de fomento no sólo de la lectura, sino también sobre el noble oficio de la escritura, de creación literaria y de escritura experimental, intentando en cada una de ellas ponderar el juego, porque es a través del juego como se aprende de mejor manera. ¡Y los profesores jugaron! Hasta desempolvé un palíndromo que fuera consigna en días de lucha: ¡Acude y Educa!



Citando con premeditación, "alevosia y ventosía" (cantinflas dixit) a mi cunca July, considero que los talleres deben llevar como tema principal la exploración de algún libro especifico, para que los promotores tengan la oportunidad de experimentar cómo se promueve un texto, además de rescatar la importancia de las bibliotecas escolares y municipales. Yo propuse: "Nadie te creería".



El cierre del evento fue el conversatorio de experiencias literarias de tres profesores de distintas zonas, además del testimonio como lector y escritor del maestro Amín Guillén, cuyo nombre es el mismo que lleva la biblioteca de la telesecundaria sede, lo que hizo más significativa su participación, recibiendo el reconocimiento de los asistentes y de los directivos.


El broche de oro (benditas metáforas) estuvo a cargo de chicos y chicas que bailaron para todos nosotros, con un garbo y una seguridad dignas de mención. No cabe duda de que la lectura es el camino. ¿Para qué sirve leer? Para poder contestarle al poder desde nuestro capital cultural. Todas las palabras para todos, para que nadie sea esclavo. 



Desde acá le doy las gracias a quienes me recibieron en la Escuela Telesecundaria José María Morelos y Pavón, también a quienes me permitieron asistir a Tzimol, a pesar de la carga de trabajo. Al maestro Freddy García Aranda, supervisor de la zona 017, al maestro José Lauro Maldonado. Pero especialmente a mi cunca, de quien soy fan... Por mejores lectores y escritores.


Las fotos son cortesía de los profesores, testigos de lo sucedido.


Mi cunca y Yo

miércoles, 30 de octubre de 2019

Casa de la Cultura de Venustiano Carranza / Fomento a la Lectura, el Libro y Formación de Promotores de Lectura 2019




El pasado 23 de octubre nos hallamos con el equipo de mi querido amigo y maestro Ramón Preocupón, en el marco del taller de capacitación denominado Fomento a la Lectura, el Libro y Formación de Promotores de Lectura 2019, en la Casa de la Cultura de Venustiano Carranza, que coordina el profesor César Luis Alcázar Ordóñez.


Julissa y YoMeroMaromero le contamos a los asistentes al taller de capacitación, sobre los personajes y las historias que nos habitan. Después de eso nos pusimos a dar de gorgoritos con "Los cuentos a través de mi voz", donde mi cunca es una buenaza, además de ejercicios de escritura experimental, estrategias que esperamos sean de utilidad para los futuros mediadores.


Hicimos algunos cambios en la dinámica de presentación, reajustamos la escaleta de inicio, comparada con la edición anterior en el Centro Cultural de Chiapas Jaime Sabines, y la verdad mejoró bastante en la forma, porque en el fondo ha estado bastante bueno desde el principio (qué panadero habla mal de su pan).


¿Qué se necesita para leer un cuento? Primeramente que la historia o libro te guste, después, que tenga elementos que puedas "trabajar" a la hora de la lectura (acciones, emociones, etcétera), pero lo más importante, que te guste leer para los demás. ¿Te imaginas leyendo en voz alta "El hombrecito vestido de gris", mientras viajas en el Conejoblues / colectivo / camión, de un punto a otro de la ciudad?


Yo conozco a varios que lo hacen, particularmente a una mujer a la que llamaré Miss X, quién un buen día, en el trayecto de Chiapa de Corzo a Tuxtla Gutiérrez, sacó un libro sobre la historia de un abuelito y comenzó a leer, mientras que los demás pasajeros se iban callando para seguir la historia que ahí se contaba. Fue mágico, ¿porque? ¡Porque estamos hechos de historias!


Recuerdo también una historia escrita por Luis María Pescetti en el libro titulado "Nadie te creería". El texto lleva por nombre Un cuento de amor y amistad. Miss X me obsequió no sólo el libro, me regaló también una serie de posibilidades y estrategias para "trabajar" ese y otros textos del libro en comento, cosa que hago desde hace varios años.



Aunque la mejor lectura que he visto del libro "La ardilla miedosa" es con mi cunca Julissa. Es más, si quieren aprender a leer cuentos, deben ver y escuchar a July, que lo hace de manera extraordinaria (soy su fan, disculpen que esté desbordado). También lee otras historias y toca otros temas, asuntos que parecieran estar "vetados" o "prohibidos", pero que son necesarios entre los infantes y jóvenes.


Existen reglas básicas, ejercicios primordiales, estructuras predeterminadas, entonaciones específicas, pero el estilo, eso precisamente, depende de cada quien y aún nadie ha logrado unificar (o registrar) en un manual, eso llamado talento. ¿Te gustaría aprender a contar cuentos? Pues busca la o las historias que mas te gustan, y practica. 


Juntos compartimos la Estrategia Nacional de Lectura (y escritura o creación literaria) en donde podemos y a donde nos inviten, aunque a veces lo hacemos de manera individual, desde distintas geografías, haciendo fomento con profesores, con alumnos o con padres de familia. Estamos ciertos de que leer es el camino, de que no hay de otra... A lo Gianni Rodari.


Alguna vez un muchacho, fastidiado, me preguntó con tono retador. ¿Para qué sirve leer? La respuesta salto desde mi corazón hasta la garganta, casi de botepronto: "Para contestarle al poder". Leer y escribir es un derecho, lo hemos comentado antes. Leer alimenta nuestro capital cultural, pule ideas, descarta algunas, alimenta otras, nos permite formar un criterio propio para leer el mundo.


En Chiapas son cada vez más los interesados en asistir a una sala de lectura, a un paralibros, a una biblioteca pública, especializada o no. Cada vez se van conformando bibliotecas "de aula". Hay pequeñas bibliotecas en hoteles, cafeterías, centrales camioneras, mercados, hospitales, y en los lugares que menos te imaginas.


Pero no sólo se leen libros, también se leen revistas, periódicos, plataformas digitales, el cine, la televisión, además, no sólo se lee con la vista, también se lee lo que se toca, lo que se escucha, lo que se huele, lo que se come. Leémos con los cinco sentidos (¿y el sexto sentido?). En resumen: leémos para la vida.


Ojalá y podamos volver pronto a Carranza para dar seguimiento a lo acontecido hace una semana. Se ha creado el Consejo Estatal de Fomento a la Lectura y Creación Literaria, que busca articular este y otros esfuerzos bien intencionados de fomento. Existe un Consejo Municipal de Fomento del Libro y la Lectura en el municipio de Comitán de Domínguez, y sabemos que pronto habrá muchos más.


Desde acá mi cunca y YoMeroMaromero agradecemos al equipo de nuestro querido amigo Ramón Martínez Mancilla, quien además de proporcionarnos parte de las fotografías que ilustran esta entrada, nos da la confianza para seguir intentando cosas que si bien no son nuevas (no existe nada nuevo bajo el sol), son de particular interés para quienes las proponemos.


Les dejamos con el resto de las imágenes... Por mejores lectores y escritores...