martes, 25 de septiembre de 2018

¡Ajuste de cuentos! / Queremos que en Chiapas se lea más / Villaflores / 19 de septiembre



Nos invitaron a Zopi y yo YomeroMaromero, para compartir y acompañar el proyecto Queremos que en Chiapas se lea más. Fomento a la lectura, el libro y formación de promotores de la lectura. Ramón Martínez Mancilla, jefe de la oficina de fomento a la lectura, acompañado de Liz, Teresita y Hervin, son los autores intelectuales y materiales de esta querencia.


Fue en la ciudad de Villaflores, el pasado miércoles 19 de septiembre, en la Biblioteca José Emilio Grajales. El salón estába pulcramente ordenado, pero llegué a desordenarlo todo, siguiendo los sabios consejos de mi colega de gorgoritos, mi amigo Zopi.


¿Te acuerdas? Pregunté a cada uno, y aun cuando les costo, terminaron recordando mucho más de lo que esperaban. Ustedes se acuerdan... ¿o no? De cuando estábamos todos juntos, apretados, eramos todos y uno... y después estallamos y... y... y desde entonces no hemos dejado de multiplicarnos. Animales del lenguaje... hablantes... nutridos de historias propias y ajenas, reales o imaginadas. 

Zopi comenzó leyendo lo que a continuación les comparto, del taller les cuento luego, solo sé decirles que, jugando, es la mejor manera de compartirnos. Bien lo dijo Ray: ¡Esto es un ajuste de cuentos!

Los libros / raymundo zenteno. 19sep18. Villaflores.

Los libros sirven para muchas cosas. A diferencia de las piedras, que son unas pesadas, los libros son un magnífico hogar para las arañas y proveen alimento intelectual a las polillas.

Los libros son magníficas prensas de las flores, entre sus páginas se secan con todos sus colores.

Los libros sirven para esconder billetes, para guardar cartas secretas, y también para coleccionar separadores.

Un buen libro, grueso, pesado, es de gran ayuda si ya caminas jorobado. Lo pones en tu cabeza y para que no se caiga, caminas derechito y con destreza. ¡Qué espalda tan literaria vas a tener!


También un libro grueso, o dos, o tres, sirven para alcanzar cosas muy altas. Libros bien apilados, lo decía Socratón, son de gran ayuda en todos lados.

Si eres chaparrito, chaparrita, un libro bien atado en cada pie, te dará altura de miras. ¡Ya no tendrás que ponerte de puntitas a la hora de las fotos! Aparte que, de acuerdo a tu humor, podrás escoger la novela que más te convenga. Lo importante es que tengas el mundo a tus pies.

Los libros son mejores adornos que los floreros. Proporcionan a tu hogar aires de distinción e intelectualidad, tanto así como una buena obra pictórica. Dejar sobre la mesita un libro abierto siempre da buena impresión. ¡Y ten cuidado en no prestar tus libros, porque no te los devuelven, y tendrás, ahora sí, que poner flores y floreros, donde ponen sus huevos las zancudas, y se hacen larvas, y les salen alas, y te da sika, dengue y chinkungunya!


Si son muy altos los libreros de tu casa, te doy un consejo: un libro que te caiga en la cabeza podría atolondrarte las neuronas, incluso fracturarte el cerebelo. El consejo es que compres una colección de utilería. Hay poesía, cuento, ensayo, novela y dramaturgia. Los hay con aire clásico o modernísimos best sellers.

Tener libros es muy bueno. ¡Pero leerlos puede ser contradictorio!

Si te ven leyendo dirán que eres un nerd, una desadaptada social. ¡Y tal vez tengan razón!, porque leer fue moda aceptable en otros tiempos. Aparte que leer desgasta los ojos, y se te van achicando las pestañas.


Si lees te meterás en problemas con tus padres y hasta puedes perder tu herencia. Mamá y papá te educaron para ser licenciado, ¡y un estúpido libro te pone peligrosas alas en el pensamiento, y ahora quieres ser poeta, violinista o pastelero!


Leer libros te convertirán en uno de esos a los que nada les gusta, esos dizque libertarios, que siempre critican a sus autoridades y chocan contra los salvaguardas de la paz social. ¿Sabías que aquellos que comienzan  las revoluciones, donde te las pasas huyendo, y pasas hambres, y te traicionan, y te fusilan y Adelita termina por irse con otro, que esos y esas, antes de empaparse con el polvo del camino, se inundaron con muchos libros?

¿Verdad que no deseas acabar como don Quijote de la Mancha, que se volvió loco por leer afanosamente libros de caballería?

Por eso, muchacho, muchacha, cuando en la escuela te dejen lecturas de tarea, ¡no hagas más de lo que te pide el cuestionario! ¡No cuestiones al profesor ni pongas en entredicho sus temarios!, ¡para qué poner en riesgo tus calificaciones! ¿Te acuerdas cuando salías en el cuadro de honor? Eso es lo que importa.

Yo digo que es suficiente con tener un aire intelectual: mirada de poeta, un andarsito de literato. ¡Y para eso les tengo magnificas noticias! ¡Ya se venden perfumes con extracto de hojas de libros! Mmmh, que Shakespeare hueles hoy... Tienes un no sé qué que me recuerda a Harry Potter.

Ser un verdadero lector, te acarreará otro problema muy serio, del que quiero liberarte. Hay un grupo de chicas, ¡nadie sabe cómo lo hacen! que descubren, solo con mirarte a los ojos, que te gustan los libros. ¡Entonces se enamoran de ti, y te buscan, te acosan, te escriben cartas, te mandan wapps con buena o con fingida mala ortografía, ¡hasta que te hacen caer en sus redes! Sus redes de lectura, porque también son lectores. ¡De ahí no podrás escapar jamás!

Y lo peor de todo es que  estas mujeres se ven muy normalitas: comen vegetales lo mismo que Sabritas, se pintan los labios para ocultar sus dichos sabios. Y se hacen selfies. Una de ellas, ¡ten cuidado! está junto a ti, ¡está a tu lado!

Ten todos los libros que quieras, pero por piedad, nunca los prestes ni los leas!




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