Tuvimos el honor de conocer y reconocer a la Dra. Rosa Elba Chacón, mis compañeros de fomento lector y YoMeroMaromero, al asistir a lo que buenamente ha resignificado el buenazo de Toño Quijote con el nombre de charlatorio. Dicha actividad fue para alumnos de distintos semestres de la licenciatura en Bibliotecología y Gestión de la Información, de la Universidad Autónoma de Chiapas.
Con la coordinación de mi querido amigo Ramón Martínez Mancilla, responsable de la Oficina de Fomento a la Lectura y la Escritura de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas del Estado de Chiapas, nos apersonamos mi querido tocayo Toño Quijote, mi cunca Liz Montoya y YoMeroMaromero, con aproximadamente 25 unachenses, para compartirles experiencias y estrategias de fomento lectoescritor.
El día 26 de agosto abrió plaza mi tocayo Toño, compartiendo cuentos y poesía; el martes 27 me apersoné para compartir cuentos propios y ajenos, ejercitándonos tambien en el noble arte de la escritura; cerrando el día 28 mi querida y admirada cunca, Liz Montoya, con estrategias de acompañamiento lector, sumando en total 12 horas de charlatorio, que tuvo en común no sólo los libros, sino también el juego.
Al final nos fuimos ciertos de algo: se necesitan bibliotecas de hoy, no de ayer. Coincidimos también en que las bibliotecas tienen una función más allá del mero acto de consulta escolar. También son espacios para reunirse, para compartir temas e ideas, para debatir y sobre todo para arriesgar el capital cultural, que es dinámico. No olvidemos que se lee no solo con los ojos, se lee también con los demás sentidos. Pero, ¿cómo volverse un lector voluntario?
Silvia Castrillón, en el libro El derecho a leer y a escribir (colección lectura sobre lecturas) menciona que la democratización de la escritura no será posible si la población no se apropia de la lectura... La lectura no es una necesidad sentida por grandes sectores de la población, ni la consideran como un instrumento para su beneficio; no les interesa.
Leer hace posible ser, estar y actuar en el mundo. Es más, la lectura es un DERECHO DE TODOS, y es también un medio para mejorar nuestras condiciones de vida. Más de uno cree que "inyectando" presupuesto a las bibliotecas, estas mejorarán. Los bibliotecólogos de hoy deberán construir programas de mejoramiento en las bibliotecas, incluídas las nuevas tecnologías. Se requieren bibliotecas dinámicas, activas.
¿Qué tan públicas son las bibliotecas públicas? A finales del siglo pasado asistía regularmente a la biblioteca central de la UNACH, no sólo investigar, sino a escuchar música en la fonoteca, ver mapas en la mapoteca, disfrutar una película en muestras de cine permanentes, que proyectaba películas hubiera o no espectadores. Curiosear en la hemeroteca o escuchar una charla sobre temas de interés general.
Hoy esos servicios ya no son "públicos", y en el peor de los casos han desaparecido. Sigo esperando el encuentro del siglo entre el libro más consultado contra el menos examinado, comentado por especialistas en cada uno de sus contenidos. O conferencias sobre temas de interés ciudadano (por ejemplo derechos humanos, migración, entre otros) ofreciendo un acceso real y democrático de la información.
Entre los compañeros universitarios y futuros bibliotecólogos, hallé a personas inhibidas, con temor a equivocarse, desconfiados, y eso lo notas al ver su escritura. Hablo de la forma, no quiero pensar el fondo. Deben de ser bibliotecarios lectores, críticos y reflexivos, tal cual lo dice el perfil de egreso de la licenciatura. También seguros de sí mismos, curiosos, atrevidos, que puedan construir argumentos y que arriesguen su capital cultural.
Quiero comentar también que esta actividad se suma a la articulación de esfuerzos entre instituciones, en este caso la Red de Bibliotecas Públicas y la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiapas, abonando a la Estrategia Nacional de Lectura y a los lineamientos del Consejo Estatal de Fomento a la Lectura y Creación Literaria, instalado recientemente.
En lo general disfruté mucho compartir con mis colegas unachenses estrategias y juegos. Un pajarito me dijo que en el recuento del charlatorio se fueron contentos, interesados y en algunos casos sorprendidos, pero con la disposición de ser bibliotecólogos de hoy.
Les dejo el resto de fotografías, cortesía de mis amigos Ramón Preocupón y Liz, quienes de manera generosa las comparten para este blog... Por mejores lectores y escritores.