En esta ocasión les escribo sobre una serie de talleres del proyecto ¡LO LEO Y NO LO CREO!, en el cual participamos Haide Zúñiga Pineda, Ray Zopilote y yo mero petatero, Hugo Montaña. En él se cuentan cuentos, se les comparte lecturas y se les dan herramientas para que a su vez ellos mismos cuenten lo que mejor les plazca, y escriban. ¿Quienes ellos? Los principales clientes de éste asunto: los lecto escritores. Es sano aclarar que ¡LO LEO Y NO LO CREO! es independiente.
El Centro Estatal de Lengua, Arte y Literatura Indígena (C.E.L.A.L.I.) nos hizo la invitación para acompañar a promotores de casas de cultura de la Región Fronteriza, y compartirles estrategias para fortalecer las actividades en salas de lectura, colmenas de lectura y espacios bibliotecarios, a donde acuden niños, jovenes y adultos. Y por supuesto aceptamos, encantados. Los acontecimientos sucedieron los días 22 y 23 de julio, en la casa de cultura de Las Margaritas.
La idea del compañero y amigo Mariano de Jesús, coordinador de casas de cultura, es capacitar a directores y talleristas en los menesteres de la promoción lectora. Para lo cual se armó una serie de actividades para trabajar entre los asistentes, de manera tal que experimentaran los ejercicios y conocieran cómo fueron diseñados, y el prósito que se perseguía con ellos.
Hablamos de qué Sí y qué No son las salas de lectura. de quién vive en ellas, del trabajo de la mediación como integrador de lectores con la palabra oral y la palabra escrita, del manejo del acervo bibliográfico, además de la importancia de las charlas literarias.
Para tal fin se utilizaron diferentes títulos del acervo de las Bibliotecas Escolares (Libros del Rincón) y del Programa Nacional de Salas de Lectura. Nadie lo creería (Luis María Pescetti); Soñario y Animalario (Javier Sáes Castán), El Quijote para niños; La vuelta al día en ochenta mundos (Julio Cortázar), además de herramientas para propiciar historias escritas e ilustradas.
Durante dos días leimos y construimos textos derivados de otros, reescribimos, adaptamos y reinventamos lecturas, además elaboramos teatros de cartón, cohetes caseros, aviones de papel, carteles y planetas. Estas últimas, con ingredientes o elementos de bajo costo y de fácil acceso, no solo para los mediadores, sino para los mismos lectoescritores. Partimos de la premisa: "no importa el juguete, sino el juego".
Cada actividad de lectura y escritura tuvo su explicación, con el propósito de generar en los asistentes más estrategias derivadas de estas, con el afán de ganar lectores para sus salas, bibliotecas o colmenas, y consolidar esos espacios como fuente de relaciones interculturales.
Acá el resto de las imágenes, registro de las actividades realizadas en el municipio de Las Margaritas... Por mejores asombros!
Creación de una "nube" dentro de una botella reciclada. |
El mismo bote reciclado como cohete, que viaja hasta donde tu imaginación desee. |
Preparación de los carburantes y la tolvera |
Parte del equipo operativo de arranque y despegue del primer cohete en Las Margaritas, Chiapas. |
Las palabras antes de partir al mar del universo, palabras que mañana serán parte de la historia personalísima de Las Margaritas, futuro semillero de navegantes interestelares. |
Entrega a dos niños terrícolas, representantes de la comunidad de Las Margaritas, quienes recibieron el artefacto volador, con la firme promesa de ser felices viajando acá, allá, y acullá. |